III
Flor delirante, sierpe enfurecida
que en sangre bañas un rumor helado,
y al recorrer el aire delicado
ciñes delirios tu naciente herida.
Tu larga flecha viva y repetida
su obscuro amante alcanza ensangrentado.
Triste muere su furia y desatado
un río amargo huye con su vida.
¡Oh lumbre exacta hundiéndose en la tierra!
Tu dura voz se pudre en roja arena
y el espanto despierta perseguido.
Se renueva tu hechizo, nos encierra
tu círculo dorado, la serena
certidumbre del sueño acontecido.
TRÁNSITO
La rosa que iba a ser la rosa
se detuvo.
No quiso ser aroma, pétalo en el viento.
No quiso.
La noche que iba a ser la noche
se detuvo.
No quiso ser la túnica,
no quiso ser mortaja
de aquella destrucción que en el amor consuma.
No quiso el pájaro ser ansia en el viento,
ni quiso la palabra
ser la única palabra que te nombra.
No quiso ser tu piel otoño perfumado
ni el lento país madurado por tu boca.
No quiso.
No quiso el estanque quieto,
la vereda de lirios,
el verde grito herido de las hojas
no quisieron ser la Primavera.
La rosa que iba a ser la rosa
se detuvo.
Va mi sangre recorriendo un tibio cauce,
y moja de amapolas
mis días y mis noches
sus más calladas horas.
No quiero,
no quiero ser el mismo que pasara
azul adolescencia
en un jardín de mirtos y azucenas.
Mi vida que iba a ser envuelta por un ala
se detuvo.
No quiso,
no quiso comprender por qué la rosa
que iba a ser la rosa...
No quiso.
ANADIOMENA
De encendido flanco,
de desatado rumor,
de cifra ardiente.
Vuelve,
vuelve sobre tu cuerpo y tiende
ese triste camino por donde el mundo se despeña.
Criatura que en el sueño
con una espuma salobre se enceguece,
¡oh carne transitada por esa sed infame
donde muere y renace la historia de los hombres!
Un llamado se alza, un día se derrumba
y una herrumbre de hastío
calcina entre sus ruedas la terrible presencia,
¡Profundo otoño fijo, descenso del deseo,
dorada flor dormida en el aire sin nunca!
CIERTA DURA FLOR
Cierta dura flor, cierto aire duradero
donde no cabe su gracia,
donde no cabe acaso
su amorosa raíz que se desata en sueños.
Donde no le llaman,
donde a su nombre verdadero
él no acude tampoco ni responde.
Cierta ciega costumbre de antigua persistencia
cierto dibujo del tiempo donde la muerte acecha
y un rumor delicado
vierte en las venas su corrompida espuma.
Cierto lugar donde la tierra cumple
su cifra de exterminio repetida en el polvo.
Cierta dura flor.
Cierta criatura amarga y sometida,
cierto paisaje lento que llevan ramas verdes
donde la voz se queda en la vuelta del aire.
Donde no le llaman.
Donde a su nombre verdadero
él no acuda tampoco ni responda.
(1) Publicado por Editorial Losada, Buenos Aires, 1951, 74 págs.
AVANZA, Julio César
Abogado, escritor y educador que nació en Bahía Blanca el 11 de agosto de 1915 y
falleció el 15 de julio de 1958, en Buenos Aires. Representante de la "Generación del
40" y cofundador de la revista platense "Teseo". Graduado en La Plata, fue profesor de
Derecho Civil en el Instituto Tecnológico del Sur. En 1944 fue secretario de la
Municipalidad de General Roca (Río Negro), y posteriormente comisionado municipal
en Bahía Blanca y Subsecretario de Previsión en el Gabinete del coronel Domingo A.
Mercante. Luego fue electo Senador Provincial, función que ocupó sólo por un año,
porque Mercante lo designó su Ministro de Educación -ya había sido consejero general
de Educación-. Asimismo se distinguió como constituyente bonaerense en la
preparación de la Constitución de 1949. Durante su gestión en el Ministerio platense se
publicó la revista Cultura (*), de excelente nivel, y de la que se editaron 12 números,
entre octubre de 1949 y enero de 1952. Avanza es autor de una valiosa obra, publicada
en 1950 en La Plata: Los derechos de la educación y la cultura en la Constitución
Nacional. En la revista Sexto Continente, Nº 2, Setiembre de 1949, publicó "Hacia el
concepto de literatura nacional", una justa valoración del Martín Fierro.
(Fuente: Fermín Chávez, "Diccionario de Peronistas de la Cultura I", Buenos Aires, Ed. Teoría, 2003, pp. 13/14)
(*)
Revista CULTURA
Director: Julio César Avanza
Colaboradores: Carlos Astrada, Octavio N. Derisi, Ramón Gómez de la Serna, Antonio
Puga Sabaté, Luisa Sofovich, Antonio Herrero, Osvaldo Guglielmino, Bernardo Canal
Feijoo, Eugenio Pucciarelli, Antonio Cubil Cabanellas, Juan Carlos Ghiano, Elena
Duncan, Martín A. Boneo, Carlos A. Disandro, Juan Zocchi, Bruno Jacovella, Alberto
Ponce de León, Ernesto Segura, Héctor Villanueva, Jesús María Pereyra, Emilio Estiu,
César Rosales, Nicolás Cocaro, Féliz Esteban Cichero, Juan Carlos Dávalos, Guillermo House, Arturo Horacio Ghida, Luis Ortiz Behety, Leopoldo Marechal, María de
Villarino, Marcos Fíngerit, J. A. García Martínez, Rodolfo Falciani, J. Soler Daras,
Andrés Mercado Vera, Delfor Peralta, José Luis Sánchez Trincado, David Martínez,
María Granata, Enrique Puga Sabaté, Julia Prilutzky Farny, Leonardo Castellani, Jorge
Perrone, Ismael Quiles, Osiris V. CHierico, Alejandro de Isasi.
Ilustran: Juan Bay, Fernando Catalano.
Xilografías: Víctor E. Roverano./Fotos: Anónimas./Dibujos: Alfredo Bettanin, Pedro
Olmos, Rodolfo Castagna, J. A. Ballester Peña, Laerte Baldini./Rep. de Oleos:
Francisco A. de Santos, César López Claro, Domingo Pronsato, Enrique de Larrañaga.
Esculturas: Máximo Maldonado, José Alonso, Libero Badii./Propósitos: Cultura es la
actividad espiritual específica que tiene preponderantemente por objeto el desarrollo
pleno y armónico de la humanidad en el hombre y, a través de éste, el contenido
humano, en su más rica diversificación, de una nación, de un pueblo. Así entendida, la
cultura es un todo organizado desde dentro, que se traduce en una multiplicidad de
estructuras objetivas, y que presupone exigencias y nexos operantes. Los vínculos
esenciales de la cultura, así como las tareas específicas que de ellos se derivan, sólo se
integran en una unidad viviente cuando se identifican con el espíritu y el destino de la
nacionalidad en cuyo servicio están llamados a funcionar orgánicamente. La vocación
para la esencia de la comunidad nacional es también vocación para la cultura y sus
direcciones fundamentales, concebida ésta como voluntad apasionada para cumplir
plenamente, en el plano de valores y aportaciones universales, la misión histórico-
espiritual de un pueblo.
Descripción: La cultura y sus exigencias, relaciones del arte y la mar, poemas, una
señora perdida, el mojón, guión de lecturas hechas de la cultura.
Ideología: Oficialista./Lugar de pub.: La Plata. /Periodicidad: Aparece seis veces al
año./Nº de Publicados: Doce./Nº 1: octubre de 1949 al Nº 12: enero de 1952.
Publicación: Cerrada./Impresión: Tipográfica./Formato: 225 x 165.
Imprenta: T. Gráficos de Iglesias y Matera./Of. de Dirección: Calle 13 e/56 y 57.
Talleres: Lavalles 1653. /Páginas: 1280. /Precio: No figura. /Observaciones: Es una
publicación de Ministerio de Educación.
(Fuente: Washington Luis Pereyra: "La prensa literaria argentina 1890-1974/Tomo cuarto/ Los años del compromiso", Buenos Aires, Fundación Bartolomé Hidalgo, pp. 290/291)