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…si queremos limpiar este Riachuelo político

En la democracia que supimos conseguir a partir de los 80, nada de que vanagloriarse ni mandar a un himno, se sembraron las propias semillas de su destrucción: el "progresismo" falso como una moneda de cobre que está atrincherado en algunos (los más importantes) órganos del Estado, hacía con Alfonsín sus primeros pininos. Luego se afianzó con Menem al que no ahorró elogios, después convalidó el golpe de estado duhaldista-radical contra el muerto-vivo De la Rua. Al final, arregló mansamente con Duhalde al estilo taimado del indio pampa, para apropiarse del timón de la chata arenera. A partir de ahí, la historia es fresca y conocida. Mientras Menem se coronaba como el rey negro de la isla blanca, el "kirchnerismo" (uso la palabra por comodidad) se consagra como el rey blanco de la isla negra. Son millones los argentinos arrojados a la barbarie de la marginalidad, la subalimentación, la brutalidad y las enfermedades y a riesgo de morir -y efectivamente muriendo- en la Argentina crecientemente bolivianizada: fragmentos de naciones, estado incompetente en el que la gestión es sustituída por el ladronaje y la retórica de casette, y con los más pobres retrocediendo al siglo XVIII -o más atrás-:donde están anclados los explotados quechuas y aymaras.

En nuestro País, el régimen de partidos políticos tiene como consecuencia que, en el marco de elecciones internas de cada uno de ellos, menos del 3% de la población determina quien gobernará a más de 40.000.000 de personas. Con lo que el mito de la representación -una cloaca a cielo abierto- naufraga sin problemas. Y si alguna duda queda, la Constitución Nacional, se encarga de disiparla: "El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes..." (art. 22).

Este crimen político, del que todos participamos, se ve agravado por el gangsterismo de la profesionalización política: No hay internas en los partidos políticos y las candidaturas se definen alrededor de una mesa exigua de pocas personas. Como en la mítica Chicago de la década del 30, los "padrinos" se reparten las zonas. Es decir la "democracia" es regulada por menos de la mitad de una bandeja de facturas; aunque, claro, en ella no hay "vigilantes".

A primera vista este panorama es deprimente y aparentemente insalvable. Sin embargo caer en la depresión y la melancolía en este caso es como quejarse del cáncer de pulmón siendo un fumador empedernido, cuando no estamos en un estado terminal y existen variantes para su cura. No vamos a quedar igual, pero no seguiremos fatalmente peor.

El 28 de junio es un primer paso. El esfuerzo lo debemos hacer (y no es el último) para recortar el margen de maniobra de la banda capitaneada por los Kirchner. Y ello incluye a los inventos del pasado que siguen pululando mereced a su capacidad para arrastrase por las alfombras y lamer el excremento de los zapatos: Scioli (quien es algo así como Felipe Solá pero dando lástima), el gabinete de ministros-nulidades y futuros huéspedes de los tribunales Federales de Comodoro Py.

Pero, repetimos, este es el primer capítulo de la historia por venir.

 

Mensaje a los compañeros peronistas


"¡Zambos del carajo! Al frente están esos
puñeteros españoles. El que aquí manda la batalla
es Antonio José de Sucre, que, como saben
ustedes, no es ningún pendejo de junto al culo,
con que así, fruncir los cojones y a ellos"(*)

Arenga del General Lara a su división
al comenzar la Batalla de Ayacucho (Perú,9/12/1824)


La disgregación de las estructuras que contenían al pueblo peronista (PJ, gremios, Unidades Básicas, Agrupaciones) ha sido el producto de un largo proceso iniciado ya en tiempos del gorilita de Alfonsín, en el que el peronismo principió por enfrentarse (para mal propio y de todos) a sí mismo. La corrupción de dirigentes, cuadros y militantes de superficie, resultó el reflejo armónico de lo que sucedía en todas las estructuras políticas, estatales y partidocráticas . El peronismo en la oposición y con Perón vivo había logrado aglutinarse con eficiencia. A partir de los 80, los "dirigentes", utilizando el Partido y los Frentes como medio terminaron sirviéndose de esas estructuras como fines en sí mismos, para hacerse no ya del poder político -resignado a los Bancos, a las trasnacionales, la patria contratista- sino del poder de las "cajas" de la política: ANSes, Aduana, AFIP, juego, Pesca, narcotráfico, contrabando, etc.; donde lo "político" era el beneficio personal.

Hoy encontramos esa corrupción de superficie colonizando la UNION- PRO, la COALICIÓN CIVICA, el FRENTE PARA LA VICTORIA, el PROYECTO SUR, etc. etc. etc. Más que un Movimiento Nacional de Justicia Social el peronismo se parece a las células de izquierda que practican el "entrismo", pero estas son más aventajadas: vienen con el manual bajo el brazo; en cambio, la mugre que hoy está en el candelero perdió hasta el hilo del discurso.

Nuestro voto responsable en los distritos debe restarle votos y cerrarle el paso a los candidatos del "kirchnerismo", pero sin falsas expectativas. Se trata solamente del primer paso. A partir del día 29, hay que ir por la mugre política, aunque tengamos que empaparnos de ella el día 28: Los De Narváez, los Solá, los Sabatella, los "felpudos" provinciales y municipales. No se trata de mucha meditación, se trata de dejar de fumar y combatir el cáncer. O perder la batalla de Ayacucho.

d.a.

(*) Por si alguno no entendió: Sustituya Sucre por Perón y españoles por "kirchneristas" y verá la luz al final del túnel. No es el tren.

 

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