Alfredo Mason

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Pegándole una Pigna a la historia (4ra. parte)

VINDICACION DEL MUY LEAL COMPAÑERO CARLOS VICENTE ALOE


Los gorilas habían inventado una serie de «chistes» mediante los cuales mostraban a un hombre tosco, bruto y obsecuente. Algunos peronistas subjetivos –o sea, esos que son peronistas para adentro porque lo que dicen son goriladas- los repiten. Ambos, solo muestran su incomprensión y desprecio por quien supo ser un digno y muy leal compañero de Juan Domingo Perón. Estamos hablando de Carlos Vicente Aloé.

Hijo de inmigrantes italianos –nació en 1900- vivió en la «pampa gringa» -en Chacabuco (PBA)- como uno más de los niños y jóvenes que a principios del siglo XX vivían y trabajaban en el campo. Rindió examen para trabajar en el ferrocarril –inglés, por entonces- y entró en los talleres para la limpieza de las locomotoras de Junín. Como pero desde muy joven se inclinó por los deportes, jugaba al fútbol en el Club Sarmiento y practicaba boxeo en el Centro Inglés de esa ciudad. En 1919 es trasladado a Mendoza para prestar servicios en el ferrocarril Trasandino.

En 1921 y ante una comisión que se hallaba en Mendoza, rinde examen y aprueba su ingreso en la Escuela de Suboficiales, pero su objetivo era ser aviador. Renuncia al ferrocarril y se traslada a Campo de Mayo, donde lo recibe el Teniente Primero Juan Domingo Perón, se inicia allí una larga y fecunda relación. En 1926 pasó a la Escuela de Comunicaciones en El Palomar donde es ascendido a Sargento Primero; ello significó tener que resignar sus aspiraciones de piloto, pues a la Escuela de Aviación solo podían entrar Cabos Primero o Sargentos, grados superados por él. Entra entonces en la Escuela de Administración del Ejército y egresa como Oficial –rango comparado a Subteniente- en 1931.

Mientras tanto, ha sido testigo presencial del golpe de estado de 1930, del cual tiene una apreciación muy precisa: fueron las oligarquías las que despojaron al radicalismo del poder en 1930 y lo hicieron guiadas solamente para rescatar lo que habían perdido en 1916, que vislumbraron conquistar en 1928 con la fórmula Melo-Gallo[1].

Desde un punto de vista de su formación integral, Aloé podía considerarse un nacionalista católico, pero no como aquellos que en esa época todavía suspiraban con la Edad Media y un imperio español de ficción, sino que él poseía la vivencia del chacarero y del peón de campo como del trabajador urbano, y por eso se acercaba más a FORJA que al elitismo nacionalista. En 1938 publicó su primer libro, de carácter puramente técnico en su especialidad: El servicio de alimentación en campaña, que le valió la mención especial del Círculo Militar. Respecto de la ebullición política de los treinta, unos años más tarde recordará en una entrevista: el fascismo, bajo la conducción de Benito Mussolini, hacía cambios socio-económicos que creaban una mentalidad nueva en las relaciones humanas, daban un nuevo carácter a la sociedad; el pueblo italiano luchaba no solamente por su liberación de una oligarquía liberal que la había oprimido durante más de cien años, sino que el propio país buscaba espacios vitales para su supervivencia[2].

Participó de la revolución de 1943 pero no desea asumir tareas de gobierno sino hasta 1946, en que Perón, presidente de la Nación, lo nombra Jefe de Despacho de la Presidencia, ostentando ya el grado de Mayor.

Su primera preocupación fue colaborar con el proceso de democratización del Ejército, por eso lo encontramos en las realizaciones de la Obra Social del Ministerio de Guerra para oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas; el otorgamiento a los suboficiales del derecho a votar; Régimen de Becas para los hijos de suboficiales para cursar estudios en los Liceos militares. También colaboró en la redacción de la Ley 13.024 de Institutos Militares, que establecen que quedan a cargo de la Nación los hijos de obreros, suboficiales de las Fuerzas Armadas, empleados y retirados cuyo ingreso no supere los 400 pesos mensuales y que aspirasen a cursar estudios en dichos institutos.

Debido a la estrecha amistad que Aloé había establecido con Perón y Evita desde las reuniones del departamento de la calle Posadas donde vivían antes de 1946, fue uno de los primeros colaboradores en la organización de la Fundación, tomando a su cargo la organización de los Campeonatos Infantiles de Fútbol, de donde salieron jugadores de la talla de Sívori, Corbata o Yudica. Años más tarde, Aloé sostendrá que el perfeccionamiento físico del pueblo desde la niñez, no es nada nuevo. Otros países como la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, lo habían hecho antes que nosotros. Los griegos, en su época, ensayaron este sistema, y ahora los rusos y los norteamericanos se desviven por ganar una Olimpíada[3].

Esta capacidad de poder comprender el papel secundario de las ideologías en una visión realista de la política internacional, a la luz de los intereses nacionales, es la que le permite concluir sobre el significado del período de post-guerra. Así se pregunta: ¿Qué es lo que aparece después de la guerra del 39 al 45? ¿Qué ganó la Humanidad con esa destrucción?¿ Qué valores, qué triunfos, qué victorias obtuvo la Humanidad? Absolutamente ninguna. Y más todavía: con el concepto de que había que pagar la guerra, la explotación se hizo más despiadada[4].

Al poco tiempo debió hacerse cargo del «pool» periodístico que administraba el estado bajo el nombre de Atlas S.A., y donde se editaban diarios y revistas de Buenos Aires y del interior El tendrá a su cargo la organización administrativa mientras Raúl Apold la periodística. Allí surgen algunos roces, pues Apold quería reunir ambas funciones. Esto es aprovechado por grupos sindicados como masones que inician una campaña de desprestigio contra un Aloé que no reniega de su convicción católica, bajo la forma de presentarlo como alguien rústico y obsecuente.

En consonancia con ello, la revista estadounidense Time le dedica un artículo titulado Peroncito[5], en donde se trata de mostrar a un hombre poderoso –por ser gobernador de la provincia de Buenos Aires- pero a la vez, buscaba acentuar esa rusticidad inventado que el mismo habría dicho que autores como Benjamín Franklin, Walt Whitman, Mark Twain, Browning, Grimm, Schiller y Turgenev eran subversivos. Lo que no decía el artículo es que Aloé ababa de ganar las elecciones a gobernador duplicando los votos de su principal oponente, el radical Crisólogo Larralde, aunque este fuera el objeto real de su crítica.

Al asumir, en su mensaje a la Asamblea Legislativa sostuvo: la Constitución de la provincia me impone la obligación de promover el bienestar general. Lo que significa que la justicia social debe ser parte principal e importante de mi acción de gobierno[6]. Pero los tiempos habían cambiado.

El crecimiento del consumo sostenido desde 1946, no permitía satisfacer el nivel de consumo interno y a la vez mantener niveles de excedentes exportables afectando la capacidad de importación, a ello se sumaba la necesidad de obtener divisas para llevar adelante la ampliación del proceso de industrialización que traía el Segundo Plan Quinquenal por lo que se percibió un giro en las políticas agrarias que hicieron pensar en una vuelta al campo.

Como eje prioritario de esta campaña, el aumento de la productividad agraria se pensó lograr por medio de la mecanización, el cooperativismo, la educación y asesoramiento a los productores y la integración de las corporaciones agrarias al estado. Para lograr realizar la consigna del momento Produzca más, consuma menos, el papel de la provincia de Buenos Aires era crucial, por eso Perón no dudó en poner el hombre apropiado: conocía el campo, era especialista en administración de recursos y conocía la profundidad del concepto de «lealtad». Ese hombre no era otro que Carlos Aloé.

Los alcances de su gestión se ven reflejados en el documental El agro con Perón[7] que cubrió la visita presidencial del 27 de septiembre de 1953 a la ciudad de Pergamino con motivo de la clausura de la Campaña del Maíz[8]. El diario La Nación tituló la noticia con palabras de Perón expuestas en la gigantesca concentración agraria: La república se afirmó sobre la producción agrícola y sobre las ventajas de las cooperativas. En el film Perón avanza hacia la plaza acompañado por sus ministros en una camioneta Rastrojero Justicialista, símbolo de la industria automotriz que se comienza a generar en nuestro país. Desfilan maestros rurales, organizaciones de crédito agrario, sindicatos rurales, Federación Agraria Argentina, FACA[9] y ACA[10], CGT, SUTRA, Federación Argentina de Sindicatos agrarios, Mujeres del campo, niños gauchos y caballos de la Federación gaucha. A continuación desfilan centenares de Rastrojeros Justicialista, tractores Pampa fabricados por IAME, cosechadoras de maíz nacionales y extranjeras, un arado nacional, aviones pulverizadores de plagas y trimotores del Ministerio de Agricultura.

¿Qué importancia le daba el gobernador a esta muestra de las fuerzas vivas de la provincia? El mismo lo aclara al sostener que la Doctrina Nacional tiene por finalidad el hombre, y la Patria se forma, en primer lugar con hombres. No es ni el campo, ni las herramientas, ni las vacas, ni todas las riquezas materiales, los que forman la Patria; los que forman la Patria son los hombres que nacen, que viven, que piensan, que sienten y que mueren a su vera[11]. Esta es la forma en que el Peronismo entendió siempre la justicia social: todos trabajando, todos más ricos, todos más felices. En esta Argentina de Perón no caben los holgazanes que quieren vivir del esfuerzo ajeno y el que consume más de lo que produce es una carga y una rémora para el pueblo argentino[12].

Como parte de la vuelta al campo, Aloé proponía encauzar las chacras hacia la producción mixta, una parte para consumo familiar y los excedentes para comercialización. La consigna que éste lanzara decía: ¡100.000 granjas![13] Una de las zonas tradicionales en la que abundaban las quintas de hortalizas era Florencio Varela, que Aloé proclama ciudad (Ley 5719/53).

Ese mismo año, su amor al deporte lo lleva a escribir comentarios sobre el triunfo futbolístico sobre Inglaterra, nuestro adversario deportivo tradicional, en Mundo Deportivo. En otro orden de cosas, mediante la Ley 5713/53 se resolvió la expropiación de la casa donde Perón pasó su niñez en Lobos, para instalar el Museo y Biblioteca Justicialista. Se creó el Registro Provincial de las Personas, el Registro de Bienes de los Funcionarios Públicos; la Asesoría general de Gobierno y la Dirección de Persona Jurídica de la Provincia.

La complejidad cada vez mayor de la gestión de gobierno hizo que surgiera la necesidad de poseer una ágil relación entre el gobierno central de la provincia y los gobiernos municipales, para ello Aloé convocó al Primer Congreso de Municipios, en 1952, y al año siguiente se crea la Dirección de Asuntos Municipales.

En vistas a proveer seguridad a los habitantes bonaerenses, se llevan a delante una serie de medidas vinculadas al tema: se jerarquiza la Policía bonaerense mediante la promulgación del Estatuto del Personal de Policía, se crea un nuevo sistema estadístico de delitos y medidas de represión y prevención y la Obra Social. Para el personal de los institutos carcelarios se organizan Cursos Superiores de Capacitación Penitenciaria y se crea el Instituto de Investigaciones y Docencia Criminológica. A su vez, el espíritu humanista y cristiano del que siempre hizo gala, lo llevó a fomentar que los presos de la Unidad de Olmos editaban un boletín literario denominado Acción Penitenciaria, y emitieran un programa (Habla establecimientos penales) por LS 11 Radio Provincia.

Hombre que siempre la dio mucha importancia a la educación y formación, redujo el analfabetismo del 13,6% al 8,9%; comenzaron a egresar maestros provenientes de hogares de trabajadores –urbanos y rurales- y se triplicaron los alumnos universitarios. Particular importancia tuvieron en su preocupación las Escuelas Fábricas, pues su existencia estaba ligada al proyecto de industrialización y como salida laboral para los jóvenes de sectores humildes, así se abren más de 50 de ellas. Se crea el «tren cultural» que lleva manifestaciones variadas de nuestra cultura a los pueblos del interior de la provincia. El Teatro Argentino pone en escena óperas con cantantes y directores argentinos y extranjeros de primera línea.

Ya en 1954, el gobernador Aloé realiza el primer homenaje oficial a los combatientes de la Vuelta de Obligado y publica su trabajo Combate de la Vuelta de Obligado (Buenos Aires, Ministrio de Educación, 1954) iniciando así una campaña para repatriar los restos de Juan Manuel de Rosas, tarea que se vio postergada por el golpe de estado de 1955 y que recién se pudiera completar en 1989, durante la presidencia de Carlos Menem.

La racionalidad administrativa y el control exhaustivo de los gastos públicos hicieron que después del golpe de estado de 1955, las únicas críticas que pudieron formularle eran por su lealtad peronista y se manifestaba en las humoradas gorilas que hemos hecho referencia. Pero para que esa racionalidad tomara cuerpo y recordando las enseñanzas militares, «conduce el que es capaz de enseñar», les dirá a los Directores Generales y Jefes de Departamento provinciales: los que tienen la responsabilidad de la dirección del Gobierno y los que tienen la responsabilidad de la ejecución, deben establecer un contacto permanente para que la dirección esté no solamente interpretada sino también comprendida y la ejecución sea así una resultante natural de una unidad de criterio[14].

En 1958, Aloé es nombrado por Perón, desde Ciudad Trujillo (Rep. Dominicana) miembro del Consejo Coordinador y Supervisor del Comando Superior Peronista, junto a Oscar Albrieu, Alberto Rocamora, Rodolfo Arce, Julio Troxler, Adolfo Philippeau, Delia Parodi y María Elena Bruni. Con Perón establecido en Madrid, la comunicación personal fue permanente.

Paralelamente a ello, publicó los libros Grandeza y decadencia del federalismo argentino (Buenos Aires, Leonardo, 1963), tres años más tarde el citado De Calfucurá a Yrigoyen; en 1969 edita Gobierno, proceso, conducta (Buenos Aires, Sudestada, 1969) en el cual detalla la realización de los planes quinquenales y su aplicación particular en la provincia de Buenos Aires. Publicó en 1970 un opúsculo titulado Los caudillos, con una conferencia que durante la dictadura de Juan C. Onganía se le impidió pronunciar en Chacabuco.

Finalmente, nada mejor que los conceptos de Perón para resumir quién era Carlos Vicente Aloé. El primero decía que el proceso político se expresa bajo una formulación tripartita: conductor, cuadros y pueblo, cuyo entramado de relaciones da como consecuencia la construcción de la realidad[15]. Sin eso no hay organización, lo que quiere decir, que toda organización implica el conductor, que es el que maneja el conjunto; los cuadros, que son los dirigentes de segundo grado que dirigen a las partes y el tercero, la masa[16]. Aloé era uno de esos cuadros, aquel que eligió Perón para dar una batalla dura de la cual dependía la concreción del Segundo Plan Quinquenal. Y supo cumplir

Notas:

[1] ALOE, Carlos Vicente De Calfucurá a Yrigoyen. Buenos Aires. Leonardo. 1966. p.159

[2] RODRIGUEZ, Rodolfo Carlos Vicente Aloé: subordinación y valor. La Plata. Archivo Histórico de la PBA. 2007 p.28

[3] RODRIGUEZ, Rodolfo p.35

[4] ALOE, Carlos Vicente Discurso en la Universidad Nacional de La Plata en Curso de Formación y Cultura Argentina. La Plata. UNLP. 1953 p.28

[5] Time 28.07.1952

[6] HCD de la Provincia de Buenos Aires. Diario de Sesiones La Plata 4 de junio de 1952.

[7] El agro con Perón: Apoyo al Segundo Plan Quinquenal. 1953 Noticiero Bonaerense. Duración 14´. Filme blanco y negro, sonoro. Narración: M. Acuña.

[8] En el Almanaque del Ministerio de Agricultura del Segundo Plan Quinquenal se proyecta un crecimiento del 153% anual para 1957 basado en el crecimiento anual del período 1947-1951.

[9] La Federación Agrarias de Cooperativas Argentinas fue creada en 1945 por Federación Agraria Argentina.

[10] La Asociación de Cooperativas Argentinas representaba desde 1922 a los medianos productores dedicados a la exportación agrícola ganadera sobre todo de la región pampeana, y desde 1926 por la Ley 11.388 tenían status legal.

[11] ALOE, Carlos Vicente Discurso en la Universidad Nacional de La Plata p.29

[12] ALOE, Carlos Vicente Discurso de presentación del Segundo Plan Quinquenal de la Provincia de Buenos Aires. La Plata. Ministerio de Gobierno. 1953 p.8

[13] V446 Noticiero Bonaerense Nº 333 1955.

[14] ALOE, Carlos Vicente El estado es doctrina en acción. La Plata. Gobernación de Buenos Aires. 1955 p.7-8

[15] PERON, Juan D. Exposición del Segundo Plan Quinquenal. Buenos Aires. Presidencia de la Nación. 1953 p.3

[16] PERON, Juan D. Discurso ante los delegados del Congreso General Constituyente (1949) en http://www.pjbonaerense.org.ar/Peron_Discursos_27011949.aspx

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Pegándole una Pigna a la historia (3ra. parte)

VOLTEANDO IDOLOS DE BARRO

Existen en nuestro país algunos ídolos de pies de barro, personas que ganaron prestigio -hoy sería mediático- en su momento y particularmente entre los intelectuales, era ideológico, que conformaron el statu quo de una época, sin que ello sea exclusividad de derecha o izquierda.

Nos vamos a ocupar de uno de ellos. De uno importante. Nos referimos a Risieri Frondizi, hermano de Arturo -quien fuera presidente de 1957 a 1962- y Silvio, sociólogo que fuera asesinado por la Triple A en 1974. Y lo vamos a hacer porque se señala -aun hoy- al período 1955-1966 como el de una universidad con un proyecto científico y educativo de excelencia, que venía desarrollándose en un marco institucional participativo.

Este Frondizi nació en Posadas, el 20 de noviembre de 1910 y se graduó de profesor de filosofía en el Instituto Nacional del Profesorado Joaquín V. González, en 1935. Ganando una beca pudo realizar estudios en la Universidad de Harvard con Alfred North Whitehead, C.I. Lewis, R.B. Perry, W. Köhler y William Hicking. Del mismo modo, cursa estudios de postgrado en la Universidad de Michigan en Ann Arbor. Allí, dos filósofos ejercieron suma influencia sobre él: Roy Wood Sellars y Dewitt H. Parker. Frondizi recibió su maestría de la Universidad de Michigan en 1943 y su doctorado de la Universidad Nacional Autónoma de México en 1950. Su formación en Buenos Aires estaba centrada principalmente en el pensamiento de Husserl, Scheler, Hartmann, Bergson y Croce, mientras que en el exterior recibió una clara influencia del pensamiento estadounidense. Volveremos sobre éste último tema.

Después de septiembre de 1955, es designado profesor de Ética y Filosofía Moderna en la Universidad de La Plata, además de Director del Instituto de Filosofía. A fines del año siguiente obtiene por concurso las cátedras de Ética y Filosofía Contemporánea en la Facultad y Filosofía y Letras (UBA). Es elegido Decano de esa misma Facultad en 1957 y poco tiempo después (diciembre de ese año), Rector de dicha Universidad. Antes de terminar su mandato, en 1962, vio el resultado de su obra en la construcción de nuevos edificios y la fundación de Eudeba, se comenzó la publicación de la Guía del Estudiante, se creó la Escuela de Salud Pública, se dio mayor impulso a la tarea del Departamento de Orientación Vocacional y se extendió el sistema de becas a estudiantes y graduados. Hasta acá la historia oficial.

Algo sobre el contexto y su formación. El desarrollismo de Arturo Frondizi está ligado a dos elementos: el externo es su alineamiento con los Estados Unidos y el interno es la neutralización y posterior absorción del Peronismo.

El presidente de los Estados Unidos era Dwight D. Eisenhower (1) y su política exterior se basó en la Doctrina de Represalias Masivas, también conocida como Doctrina Eisenhower. Esta doctrina, implementada junto a John Foster Dulles e inscrita en el contexto de la Guerra Fría, ponía el énfasis en el uso disuasivo de las armas nucleares y en la intervención en cualquier conflicto y en cualquier parte del mundo donde se observara la influencia soviética. Esta Doctrina se comienza a aplicar cuando se realiza entre el 20 y el 23 de julio de 1956, la Primera Reunión de Presidentes de América (2) en Panamá, donde Eisenhower sostendrá que como ya no será posible en el futuro un conflicto armado entre los países latinoamericanos, las fuerzas convencionales (Ejército, Marina y Aviación) han perdido su razón de ser anterior, pero como el comunismo es el enemigo que tenemos en el continente, esas fuerzas deberán dedicarse en el futuro exclusivamente a combatirlo. Se fijó para dos años después (1958) una reunión de los Comandos Militares en San José de Costa Rica a fin de combinar planes y acciones continentales al efecto, se realiza la reunión prevista y, ¡qué casualidad! a renglón seguido, casi todos los países latinoamericanos caen en mano de dictaduras militares (3).

En 1959 se produce la revolución cubana y el ascenso de Fidel Castro, pero en 1961 no hay todavía una definición ideológica de la misma, a tal punto que Ernesto Guevara dirá en la reunión de cancilleres de Punta del Este en 1961: las revoluciones no son socialistas, las revoluciones son gritos de desesperación del pueblo, que toma las armas y resuelve el problema inmediato de una oligarquía, de un gobierno que lo está oprimiendo.

Volviendo a nuestro ídolo de barro, encuadra su formación académica estadounidense con la política que desea mostrar su hermano del el Gobierno de la Nación, puede mostrar a la principal universidad argentina con un rector que puede establecer una relación de simpatía con los Estados Unidos, y no me refiero a un cipayito barato, sino a alguien que conoce y se formó en el núcleo del pensamiento estadounidense.

Pero nuestro profesor por concurso y rector, lo es de una universidad donde se habían cesanteado a los profesores declarados "sospechosos" de adherir al Peronismo, pues quienes emergían del golpe de estado y usurpaban el poder constitucional habían promulgado el decreto 6403/55 y que no había sido derogado por Arturo Frondizi, que a las par de intervenir la universidad, sostenía en su artículo 32 inciso a: no serán admitidos para presentarse a concurso docente aquellos que hayan realizado actos positivos y ostensibles que prueben objetivamente la promoción de doctrinas totalitarias adversas a la dignidad del hombre libre y a la vigencia de las instituciones republicanas. En el inciso b decía: que no serán admitidos a concurso quienes en el desempeño de un cargo universitario, de funciones públicas o de cualquier otra actividad, hayan realizados actos positivos y ostensibles de solidaridad con la dictadura, que comprometan el concepto de independencia y dignidad de la cátedra. Y a esto llamaron excelencia.

El 12 de mayo de 1958, encabezados por Jorge Taiana, un grupo de docentes se dirigen por carta al presidente Arturo Frondizi planteando que la Universidad está siendo bastardeada por una camarilla antinacional que giraban en torno al plantel de la revista Imago Mundi (Francisco Romero, José Babini, Jorge Romero Brest, Alberto Salas, Roberto Giusti, Juan Mantovani, Norberto Rodríguez Bustamante, Juan C. Torchia Estrada, Luis Baudizzone y Mario Bunge).

Algunos ejemplos de la mentada excelencia y nivel científico los encontramos en Babini (4) y Rodríguez Bustamante (5), un doctor en todología y gnoqui profesional y el otro una suerte de "idóneo" del intelecto.

En la mencionada carta, a la que poca importancia le dieran el presidente y el rector, se sostiene que en la Universidad se han violado elementales normas éticas y de convivencia humana al despojar, sin forma alguna de juicio y sin posibilitar el ejercicio del sagrado derecho de defensa, de cátedras y cargos conquistados en concursos públicos y ajustados a positivas normas legales [...] El hecho de que fuera eliminado más del noventa por ciento del personal docente, y que después se abrieran concursos para cubrir las cátedras que así quedaran vacantes, y se estableciera a renglón seguido una inhabilitación para todos aquellos profesores que lo hubieran sido desde 1946 y permanecido en la Universidad en esa época, configura una descarada maniobra para apoderarse sin escrúpulos de esas cátedras. [...] En efecto, los profesores reemplazantes fueron elegidos en última instancia por comisiones asesoras, reclutadas entre personas de reconocida filiación ideológica antinacional, ciegamente inclinados a un innoble revanchismo, lo que las hacía incompetentes para poder seleccionar con ponderación a los futuros profesores por sus méritos científicos. Esta es la Universidad de la excelencia... en el atropello y la infamia.

Avancemos ahora sobre el terreno intelectual, porque también aquí hay gato encerrado. La Revista de Occidente publica en 1953 el libro Discurso del Método de René Descartes, traducción, estudio preliminar y notas de Risieri Frondizi, el cual es presentado como un eminente profesor especialista en dicho autor.

El solvente especialista en Descartes se había limitado prácticamente a calcar las notas de la edición francesa de Etienne Gilson (París, Vrin, 1925), publicada parcialmente en castellano (Buenos Aires, El Ateneo, 1945) y así lo denunció, formalmente por plagio, la Asociación de Egresados de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, acusación que se extendió también a otra publicación de Frondizi, la del Novum Organum de Francisco Bacon, por el "uso abusivo" de la Introducción y las notas de Thomas Fowler (Oxford at the Clarendon Press, 1889).

El Informe sobre la acusación de plagio contra el Rector Frondizi, cuya redacción fue encomendada al Dr. Enrique Vera Villalobos -miembro del Comité Ejecutivo- y publicado por la citada Asociación en 1959, en su sesión del día 7 de mayo de 1959 y aprobado por unanimidad en la sesión del día 16 de junio de 1959, sostiene que las imputaciones de plagio han procedido de diversas fuentes: a) Folleto mimeografiado anónimo, en el cual se transcriben en columnas paralelas varias notas de Risieri Frondizi y de Gilson, y una concordancia de 290 notas de uno y otro autor; b) una serie de notas publicadas en el semanario "Azul y Blanco", donde se glosa la información anterior; c) acusación de "deshonestidad intelectual" hecha contra el profesor Frondizi, en conferencia de prensa celebrada en Córdoba, por el ex-profesor de la Facultad de Derecho de Buenos Aires, Dr. Manuel V. Ordóñez, acusación que se publicó en el diario "Los Principios", de Córdoba, y "El Mundo", de la Capital Federal.

Fueron comparadas las dos obras en cuestión con el siguiente resultado: de las 351 notas que poseen la edición de Frondizi, se demostró que 293 de ellas han sido extraídas de la obra de Gilson. Algunas han sido reproducidas casi literalmente, conservando inclusive algunos giros característicos de la lengua francesa. Otras han sido resumidas de comentarios más extensos de Gilson. Otras, han sufrido retoques de forma o contienen agregados presumiblemente atribuibles a Frondizi. Sin embargo, su redacción produce en el lector la convicción de que todas las notas (salvo las que contienen indicación en sentido contrario) son producto de la investigación personal de Frondizi.

Confirma esta convicción la circunstancia de que en catorce notas Risieri Frondizi menciona explícitamente a Gilson. Los únicos datos concretos que aporta como originalidad son los siguientes: 1) definición de "parricidio" en el Diccionario de la Real Academia Española; 2) siglo en que vivió Lucio Junio Bruto, y años de nacimiento y muerte de Marco Junio Bruto; 3) referencia a los aforismos III, XI, XII y XIII del Novum Organum, de Bacon; 4) siglo en que vivió el matemático Pappus de Alejandría; 5) referencia a las "Lettres sur la morale", editadas por J. Chevalier, y a su traducción castellana publicada en Tucumán, Yerba Buena, 1945; 6) Año de publicación del "Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo", de Galileo; 7) años de nacimiento y muerte de Galileo, y fecha de su condena por el Santo Oficio; 8) fecha de publicación de] "Discurso" en francés, y año de publicación de su traducción italiana; 9) cita de la obra "Substancia y función en el problema del yo", por Risieri Frondizi.

También ha tomado Risieri Frondizi de Gilson todas las citas eruditas que aparecen en sus notas, incluso algunas tomadas de otras obras de Descartes y de traducciones españolas existentes, coinciden con las que hace Gilson. Un hermoso corte y pegue.

Como resultado del análisis comparativo realizado, la Asociación afirmó que Risieri Frondizi había cometido una gravísima falta al presentar como propio un trabajo que ha sido realizado casi totalmente por el profesor francés.

En 1974 se realiza una reedición que en realidad es una mera reimpresión literal (circunstancia que no se hace constar, por cierto) de la edición de 1953. Y a pesar de que más de veinte años transcurrieron de la primera y conflictiva edición, el "especialista más solvente" en cartesianismo, a juicio de la Revista de Occidente, no recogió en su estudio preliminar, o en sus notas, ni uno sólo de los trabajos producidos en tan largo lapso

Nuestro personaje jamás se rectificó de semejante hecho, tampoco escuchamos lo "¡qué barbaridad! ¡qué van a decir en el extranjero!" tan propios de nuestra tilinguería intelectual.

Notas:

(1)Su vicepresidente fue Richard Nixon y recibió el apoyo del ultraconservador senador Joseph McCarthy, presidente del Comité de Actividades Antiestadouidenses, quien afirmaba que la clase política demócrata estaba completamente infiltrada por agentes comunistas al servicio de la Unión Soviética.

(2) General Pedro E. Aramburu, Presidente provisional de Argentina; Doctor Hernán Siles Suazo, Presidente electo de Bolivia; Doctor Juscelino Kubitschek, Presidente del Brasil; Doctor José Figueres Ferrer, Presidente de Costa Rica; General Fulgencio Batista Zaldívar, Presidente de Cuba; General Carlos Ibáñez del Campo, Presidente de Chile; General Héctor B. Trujillo Molina, Presidente de la República Dominicana; Doctor José María Velasco Ibarra, Presidente de Ecuador; Coronel José María Lemus, Presidente de El Salvador; General Dwigth Eisenhower, Presidente de los Estados Unidos; Coronel Carlos Castillo Armas, Presidente de Guatemala; General Paúl E. Magloire, Presidente de Haití; Licenciado Adolfo Ruiz Cortines, Presidente de México; General Anastasio Somoza, Presidente de Nicaragua; Doctor Ricardo Arias Espinosa, Presidente de Panamá; General Alfredo Stroessner, Presidente de Paraguay; Doctor Manuel Prado, Presidente electo del Perú; Doctor Alberto F. Zubiría, Presidente del Consejo Nacional de Gobierno de Uruguay, y Coronel Marcos Pérez Jiménez, Presidente de Venezuela.

(3) La ingobernabilidad en Argentina a partir de 1955 estaba directamente ligada a la persecución del Peronismo y la resistencia que éste llevara adelante. En menos de cuatro años de presidencia Frondizi debe responder a 32 "planteos" militares hasta que es derrocado por un golpe de estado; el presidente electo en 1963 es derrocado en 1966 por el general Juan Carlos Onganía, el hombre que correspondía al espíritu de la reunión de san José de Costa Rica. Desde 1957, el Ejército argentino recibirá entrenamiento en guerra antisubversiva dada por oficiales del Ejército francés provenientes de Indochina y Argelia. En 1959, el desalojo del frigorífico Lisandro de la Torre ocupado por sus trabajadores en defensa de los puestos de trabajo se realiza según la doctrina de guerra aplicada por los franceses en la batalla de Argel.

(4) Babini ocupaban cargos en forma multifacético: miembro de la Comisión de Enseñanza del Consejo Superior (UBA), Vicepresidente del Consejo de Intercambio Cultural Argentino Israelí; miembro de la Comisión Nacional para el Año Geofísico Internacional 1957-1958; Rector Organizador de la Universidad Nacional del Nordeste; profesor de Filosofía de la Ciencia (UNLP); Director General de Cultura de la Nación y miembro del Directorio del CONICET, y en calidad de tal fue durante años miembro de la Comisión asesora de Ciencias Antropológicas e Históricas, la de Ciencias Sociales, la de Ciencias Económicas y Jurídicas y finalmente, la de Filosofía, Psicología, Filología y Ciencias de la Educación.

(5) Rodríguez Bustamante fue profesor y Jefe de departamento de Filosofía y Psicología en el Colegio Nacional Buenos Aires (UBA) a pesar de carecer de título universitario, lo cual había sido denunciado en el diario La Capital (Rosario) el 8 de mayo de 1957.

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Pegándole una Pigna a la historia (2da. parte)

A partir de la aparición del libro de Ceferino Reato, Operación Traviata (Buenos Aires, Sudamericana, 2008) y el pedido de justicia realizado por el Secretario General de la CGT, Hugo Moyano, respecto –ambos- del asesinato de José Ignacio Rucci, ha aparecido una novedad en el público que consume lo producido por la comunicación social y la industria cultural. El discurso oficial de lo que fueron los setenta ya no los seduce.

Obviamente, esto obedece al proceso de esmerilamiento –según la expresión de Jorge Asís- que sufriera el Gobierno durante la crisis del campo, que como un efecto secundario y no buscado, produce esta repregunta por ese período de nuestra historia. Que ya no acepta la visión que de esos hechos «fija» Horacio Verbitsky a través de su libro Ezeiza (Buenos Aires, Contrapunto, 1985), asentando las bases de la hasta ahora «historia oficial», con sus buenos –los montoneros- y sus malos –la “derecha peronista”-; pero que tampoco acepta las reivindicaciones de la dictadura militar que propone la fábrica de «gorilas» de Cecilia Pando. Me voy a tomar la licencia de colocarme en este nuevo sentido con mi trabajo Sindicalismo y dictadura: una historia poco contada (Buenos Aires, Biblos, 2007), del cual he extraído algunos elementos para este artículo.

 

Isabel firmó los decretos sobre la represión

En la memoria de la clase media, el período 1973-1976 está registrado como un momento caótico, que en muchos casos prefieren olvidar. ¿Qué es lo que pasó?

Desde 1955 hasta 1973 transcurren 18 años a lo largo de los cuales se produce uno de los debates más importantes de la historia argentina, pues hacía 10 años que se venía construyendo un modelo de país frente al cual, una camarilla militar enancada en un sector social se oponen al mismo e interrumpen su desarrollo. Este debate se inicia el 16 de septiembre de 1955 con el golpe de estado que destituye a Juan D. Perón, concluyendo el 25 de mayo de 1973, cuando un justicialista –Héctor J. Cámpora- asume la Presidencia de la Nación.

Es paradigmático que quien debe entregar el mando sea el general Alejandro A. Lanusse, que se opusiera al peronismo desde el fracasado golpe de 1951, y al cual Perón lo considera como un ejemplo de traición consecuente, cuya historia parte de la traición a Lonardi, que se negó a saludar al Jefe de Granaderos por ser el primero de la escolta presidencial que traicionó a su Presidente, pasando por la traición a Frondizi, a Illía, a Onganía y a Levingston (Perón, Juan Domingo, A los compañeros del Frente Justicialista de Liberación, en Las Bases, 8 de marzo de 1973, p.6).

Muchos contribuyeron al logro de esa victoria justicialista con su esfuerzo militante, aún con sus vidas entregadas por un ideal plasmado en el símbolo «Perón vuelve», escrito millones de veces en cuanta pared había en Argentina, en ese transcurso se suma una joven generación que no tiene recuerdos en su memoria personal de los gobiernos de Perón, pero que pone en su regreso la esperanza. Y por eso, de la plaza de ese 25 de mayo de 1973, ellos podrán decir, no habrá ninguna igual... no habrá ninguna.

El punto de partida para comprender la estrategia de Perón, a partir de ese momento, es el Acta de Compromiso Nacional firmada el 8 de junio de 1973 entre José Ignacio Rucci por la Confederación General del Trabajo, Julio Broner por la Confederación General Económica y José Ber Gelbard por el Gobierno, sellando institucionalmente el denominado «pacto social». Se trataba de un proyecto pacífico de reconstrucción y liberación nacional.

La mencionada Acta no se reduce a una reglamentación de pautas económicas, explícitamente ella sostiene: "...esta Acta de Compromiso no es un acuerdo coyuntural de precios y salarios, es la definición de una acción política irreversible..." (Revista Panorama, 1973, N° 337, pág. 6). Es decir, se trata de una alianza entre el movimiento obrero organizado y las entidades empresarias con vistas a la acción política que constituía el plan de gobierno, pero también era un pacto político al cual, desde la conformación de La Hora del Pueblo, la Unión Cívica Radical se suma a ese proyecto creando una legitimación del sistema democrático.

Ese proyecto de reconstrucción y liberación nacional sufre dos fuertes embates: el asesinato de José I. Rucci y la muerte de Juan D. Perón. A ello lo acompaña la actitud de FAR y Montoneros de enfrentamiento a Perón (Revista El Descamisado, 1973, N° 119, pág. 2) y su pasaje a la clandestinidad en septiembre de 1974 durante un gobierno democrático, actitud funcional a los grupos de poder antiperonistas que nunca habían dejado de tramar una nueva reacción.

La presidente María Estela Martínez de Perón debe afrontar una situación verdaderamente crítica sin contar con el apoyo de la oposición, que hubiera permitido una transición ordenada. Por el contrario, Raúl Alfonsín expresará acerca de la situación política vigente que "...el peronismo ha operado aceleradamente el desplazamiento de sus sectores progresistas [...] La calificación de «golpe de derecha» corre exclusivamente por nuestra cuenta..." (Revista Panorama, 1974, N° 354, pág. 13); Arturo Frondizi hablará de una participación directa de las Fuerzas Armadas en el llamado «post-peronismo», y Ricardo Balbín dirá que es necesario llegar aunque sea con muletas, a las elecciones de octubre de 1976, cuando un radical -según él- sería el nuevo presidente.

Por su parte, a esto que se denomina «una etapa caótica» es posible cuantificarla. En octubre de 1975, el Ejército argentino estimaba que los miembros del ERP eran 280 cuadros militarmente activos y 3000 de escaso valor militar (Tucumán, Argentina: cuna de la Independencia (1816-1977) y sepulcro de la subversión (1975-1977), Buenos Aires, S/d. 1979, pág. 57) y en abril de 1977 la Junta Militar estimaba que la fuerza de Montoneros era entre 2.843 y 2.883 (La Opinión, 21.04.1977). A su vez, la violencia ocurrida entre el 25 de mayo de 1973 y el 24 de marzo de 1976 por el operar de los grupos guerrilleros arrojaba un número de víctimas de 1.358 personas, de las cuales 66 eran militares, 136 policías provinciales, 34 de la Policía Federal, 445 guerrilleros y 677 civiles (Floria, C. A. y García Belsunce, C. A., Historia política de la Argentina contemporánea (1880-1983), Madrid, Alianza, 1988 pág. 232) (1). Puesto en cifras y tomando en cuenta el creciente descrédito que las organizaciones guerrilleras iban ganando, eran un claro signo de su derrota política.

Coincidentemente con ello, en enero de 1976, el comandante en jefe del Ejército, Jorge R. Videla, elaboró un informe sobre las organizaciones guerrilleras donde se las caracteriza como de impotencia absoluta en cuanto a su poder militar, señalando que se habría demostrado la incapacidad de los grupos subversivos para trascender en el plano militar (Clarín 30.01.1976).

Las medidas que se tomaron frente al accionar subversivo se encuadraron en el marco del estado de sitio, complementándose con la promulgación de los decretos 2.770/75, 2.771/75 y 2.772/75 el 6 de octubre de 1975 y firmados por Italo A. Luder –presidente provisorio del Senado en ejercicio del Poder Ejecutivo- abriéndose la posibilidad de organizar la represión legítima en forma legal. Reincorporada en el ejercicio de sus funciones la presidente Martínez de Perón encomienda a José Deheza la redacción de un proyecto de ley que contemple las necesidades de la defensa nacional, y sustituya el decreto-ley 16.970/66 promulgado por el general Juan C. Onganía, a la vez que deroga los decretos en cuestión.

El proyecto ingresa en la Cámara de Diputados el 21 de octubre de ese mismo año y es aprobado con reformas, el 31 de noviembre (el mismo puede ser consultado, al igual que el texto de los decretos en nuestro Sindicalismo y Dictadura).

Hay dos elementos centrales sobre los que se construye el proyecto: 1) Para que actúen las Fuerzas Armadas es necesario que se declare al territorio donde operarán como «zona de emergencia», lo cual solo puede plantearse por conmoción interna grave. Esa herramienta decisoria está en manos del presidente (artículos 26 y 30). El tema es debatido y finalmente se aprueba que el Poder Ejecutivo tomara la decisión pero debe informar inmediatamente al Congreso para su ratificación o rectificación. 2) Se mantiene la autonomía de los magistrados judiciales que desempeñen funciones en los teatros de operaciones (artículo 29 y 35), sosteniendo la garantía de los derechos de quienes fueran detenidos o prisioneros. Finalmente, sostiene la explícita prohibición –aun en el ámbito militar- de establecer la pena de muerte.

El llamado Grupo de Trabajo compuesto, entre otros diputados por Ricardo de Luca, Nilda Garré, Luis Rubeo, Carlos Auyero, Carlos Imbaud, Julio Migliozzi, Jesús Porto, Enrique Osella Muñoz, Eduardo Farías, Roberto Bustos, Julio Mera Figueroa, Carlos Palacio Deheza, Luis A. Sobrino Aranda y Julio Bárbaro obstruyen el llamado a sesiones extraordinarias amenazando solicitar un juicio político a la presidente, lo cual hace que el proyecto aprobado en diputados no se pueda tratar en 1975 en el Senado. Abiertas finalmente las sesiones extraordinarias el 24 de febrero de 1976, las acciones psicológicas de preparación del golpe de estado (lock out, la prensa, etc.) tuvieron más peso sobre los senadores que la necesidad de tratar dicho proyecto.

Como queda claro, la represión no se hizo en nombre de ningún decreto de un gobierno democrático. También que el «caos» y la posibilidad cierta de una «patria socialista», es puro verso y tiene más de terrorismo mediático e intensiones ocultas que otra cosa.

 

En Argentina hubo una guerra sucia.

Si tenemos que responder el por que del golpe de estado de 1976, la documentación existente nos impide seguir diciendo que fue para evitar un triunfo del inmundo trapo rojo. Veremos entonces quien organizó el fragote y sus motivos.
Los grupos económicos que conformaron el núcleo de la conspiración estaban representados por tres sectores: el sector agropecuario, fundamentalmente compuesto por la SRA; el sector financiero, cuya cabeza visible era la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) y finalmente estarán los miembros de la patria contratista encuadrados en la Unión Industrial Argentina (UIA). A pesar de la diversidad de intereses que poseían, los grupos económicos que apoyaron el golpe militar tenían en común la convicción de que en Argentina se desarrolló un capitalismo tortuoso (Canitrot, Adolfo, Teoría y práctica del liberalismo en Desarrollo Económico, 1981, pág. 82) consistente en una mezcla de capitalistas débiles y sindicalistas fuertes.

Otro sector del empresariado lo conforma el llamado "grupo Perriaux", el más liberal y antiperonista. El nombre deriva del abogado Jaime Perriaux y en cuya casa se reunían para conspirar Enrique Loncan, Mario Cadenas Madariaga, Luis y Carlos García Martínez, Guillermo Zubarán, Horacio García Belsunce, Luis García Venturini, Alberto Rodríguez Varela, el general (R) Hugo M. Miatello. Quienes ponen "oficialmente" al grupo en contacto con el Ejército serán los generales Santiago O. Riveros, Carlos G. Suárez Mason y el mencionado Miatello. También informan al almirante Emilio E. Massera. En forma indirecta mantenían contactos con Walter Klein, Adolfo Diz, Alejandro Estrada y Manuel Solanet. Allí también concurría José A. Martínez de Hoz (2) .

En el caso de los militares podríamos distinguir tres bloques «ideológicos», los liberales representados por Jorge R. Videla y Roberto Viola; los "nacionalistas" representados por Carlos G. Suárez Mason y Benjamín Menéndez, y finalmente, los populistas expresados por Eduardo E. Massera.

Lo que estos grupos sostendrán frente al "capitalismo tortuoso" es un discurso que culminan de articular después de la muerte de Juan D. Perón, considerando ese momento como un "ahora o nunca", pues en octubre habría elecciones y el futuro presidente sería otro peronista o a lo sumo un radical. Por eso consideran necesario erradicar lo que llamaron la subversión, pero que lejos estaba de ser "la patria socialista" sino que se trataba de desarticular el armado social que el Peronismo había realizado a lo largo de treinta años, cuyo eje eran el Movimiento Obrero Organizado; lo que los militares llamarán opositores "complacientes" (radicales y la izquierda parlamentaria); lo que quedaba del estado de bienestar, y por último, la economía urbano-industrial –levantada desde la década del treinta- cuyo soporte social eran los que consideraban "trabajadores indisciplinados" y "empresarios ineficientes" (Cavarozzi, Marcelo, Autoritarismo y Democracia (1955-1983), Buenos Aires, CEDAL, 1983, pág. 63).

En agosto de 1975, Videla es nombrado comandante en jefe del Ejército, y en octubre solicita que se prepare una carpeta con lineamientos generales, un juego en la mesa de arena, para ser utilizada sin fecha en un golpe de estado; según Juan Bautista Yofre (Ámbito Financiero. 23.03.2006), el pedido del trabajo se realizó cuando se conoció que era irreversible el retorno de la Presidenta a la Casa Rosada (3), después de unos días que pasó recuperando su salud en Ascochingas (provincia de Córdoba) y en noviembre de ese mismo año, el grupo fragotero encarga a José A. Martínez de Hoz y un equipo de empresarios y técnicos un plan de la nueva política económica a instrumentar, el cual quedará plasmado en un documento que lleva el título de "Bases para una Argentina Moderna (1976-1980)", que se dará a conocer el 2 de abril de 1976 en el discurso en el que, el ya ministro de Economía expone sus puntos de vista.

Tras el golpe de estado, la SRA se quedó con la Secretaría de Ganadería y logrará la derogación de la ley 21251/75, evitando al sector el pago de ingresos brutos provinciales. Un aumento del 72% en los precios de la producción animal en 1976 define la política hacia el sector emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con lo expuesto por Celedonio Pereda –presidente de la SRA-: "...llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos..." (La Nación 06.06.1976).

ADEBA -que reúne la banca privada nacional y extranjera- reclama y obtiene como botín el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Su titular, Narciso Ocampo, sostuvo ante la asamblea de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo que: "...la intervención de las Fuerzas Armadas el 24 de marzo de 1976 pone fin a un período histórico argentino, se abre así una etapa de promisorias perspectivas ya que, cualquiera sea su evolución y resultados finales, el solo hecho de que se apunte al ordenamiento social y económico y se restituya el principio de autoridad, constituye un vuelco indiscutiblemente positivo..." (ADEBA - Memoria 1975-1976, Buenos Aires, 1976, pág. 8).

La Asamblea Permanente de Grupos Empresariales (APEGE) –formada en 1975 para contrarrestar a la Confederación General Económica (CGE) que apoyó el proyecto nacional de Perón- tenía entre sus miembros a la Unión Industrial Argentina (Jorge Aguado), la Cámara Argentina de Comercio (Armando Braun), la Cámara Argentina de la Mediana Empresa –CAME- (Osvaldo Cornide), la Sociedad Rural (Celedonio Pereda), la Cámara Argentina de la Construcción (César Polledo, Roberto Meoli), la Cámara de Sociedades Anónimas (Federico Peña) y la Cámara de Grandes Tiendas (Juan Sabaté), organiza el 16 de febrero de 1976 un lock-out patronal, los apagones y el cierre premeditado de negocios como parte de una estrategia donde izquierda y derecha eran funcionales en la preparación del golpe de estado . Su accionar junto al de algunos medios de comunicación buscó precipitar un estado de ánimo colectivo –particularmente de la clase media- a favor de un cambio de gobierno, por el «caos» reinante. Como resultado de ello y tras el golpe, la CGE es disuelta por medio del decreto 21.599/77, mientras que el resto de las organizaciones empresariales continúan su funcionamiento institucional.

La suciedad de esa supuesta guerra está en los verdaderos motivos por los cuales se hizo el golpe de estado, a lo que no es ajeno que el 53.8% de los desaparecidos sean trabajadores, muchos de los cuales eran dirigentes sindicales; que a los dirigentes peronistas se los encarceló en barcos y cárceles en condiciones indignas e injustas; que las acciones durante todo el proceso dictatorial fueran llevadas adelante por el Movimiento Obrero Organizado; que cuando hay que denunciar las desapariciones son dirigentes peronistas que solo acompañados por las madres de los desaparecidos, marchan hacia la Comisión de DD. HH. de la OEA para hacerlo.

Decía el novelista alemán Ernst von Salomón: la verdad cobra venganza. Es bueno que dejemos entonces de "comer vidrio" y comencemos a colocarnos más allá de Verbitsky y Pando, para develar la verdad… que sólo se explica cuando contestamos ¿quién? ¿por qué? ¿a quién benefició?

 

 

Notas:

(1) Para tener una dimensión en nuestros días, compárese con los 7000 que mueren por año desde 1998, en accidentes de tránsito.

(2) Martínez de Hoz estaba ligado a la Banca Morgan a través de su cargo en el directorio de Western Telegraph (grupo ITT) y por su lugar en ACINDAR –filial de la US Steel- cuya presidencia ocupara de 1973 a 1976.

(3) Aludiendo a ese intento fallido de reemplazo «institucional» o «bordaberrización», en los llamados Documentos Básicos del Proceso de Reorganización Nacional, se sostiene en su primer párrafo: "Agotadas todas las instancias del mecanismo constitucional, superada la posibilidad de rectificaciones, dentro del marco de las instituciones..." Buenos Aires. Presidencia de la Nación 1976, p.3

(4) Los momentos centrales de esa preparación fueron dados el 18 de diciembre de 1975 se levanta el brigadier Jesús Orlando Capellini, logrando el desplazamiento del comandante de la Fuerza Aérea –Brigadier Héctor Fautario- quien compartía la idea de una salida democrática y asumirá el golpista brigadier Orlando R. Agosti. Después del mencionado lock-out, APEGE convocará a una semana de protesta del 21 al 28 de febrero de 1976. En 1977 se declara el 16 de febrero, aniversario del lock-out Día del Empresariado.

 

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Pegándole una Pigna a la historia

Una de las necesidades que posee la ideología neoliberal para llevar adelante su proyecto de globalización es transformar la concepción del tiempo que habla de un pasado, presente y futuro en un presente instantáneo. El pasado por la tradición y el futuro por los proyectos, son capaces de generar conductas y hábitos que chocan ideológicamente con la «filosofía social» de ese neoliberalismo, a la cual conocemos como «consumismo».

Respecto del pasado, dos son los caminos que lleva adelante esta obra de verdadera aculturalización: una es asentar como verdad indiscutida que todo lo que signifique alusión al pasado debe ser eliminado, porque lo importante es lo que estamos haciendo a partir de ahora. Viejo concepto que trae la Ilustración que niega lo anterior por considerarlo un pre-juicio.

Claro, pero la vida no es como aquellos viejos cines de barrio que con el «continuado» permitían que la película empezara cuando uno llegaba. Entonces el neoliberalismo intenta el segundo camino, encargándose de mostrar una imagen falsa o cuando menos mañosa del pasado para dejar en un mismo lodo, todo manoseao.

Para hacer eso es necesario contar con «historiadores» ad hoc con cierta especialidad mediática o divulgadores de falsedades, discípulos de Silvano Santander.

Vamos a enviar a "El Escarmiento", una serie de notas donde hablaremos de las piñas que le han dado a la historia para ir "formando" una joven generación ignorante de la verdad, por supuesto que los neoliberales no conocen la sentencia de von Salomon: "...la verdad siempre toma venganza".

 

Perón era nazi

Un miserable mentiroso llamado Silvano Santander escribió un panfleto denominado Técnica de una traición: Juan D. Perón y Eva Duarte agentes del nazismo en la Argentina (Buenos Aires, Antygua, 1955) cuyo prólogo para la edición argentina (la original se hace en Uruguay) la firma a bordo del acorazado 9 de julio que ha participado del golpe de estado de 1955 (pura basura). A esta patraña escrita por un antiguo colaborador de Spuille Braden (a quien lo presentó Vittorio Codovila) o sea, un «garca paladar negro», lo destruyó en primer lugar, junto a sus documentos trucados la Comisión Investigadora de Actividades Antinacionales del Uruguay por no presentar, precisamente, documento alguno; luego el Tribunal Superior de Honor del Ejército Argentino con su fallo de 1956, finalmente Enrique Díaz Araujo reúne todos los datos de la mentira (La conspiración del '43, Buenos Aires, La Bastilla, 1971).

Pero dejó cría. Así surge Uki Goñi & asociados (Engañi), quien sostiene que el gobierno de Perón facilitó de varias maneras, pero sobre todo enviando agentes a Europa, el traslado a la Argentina de nazis. El principal encargado habría sido un ex capitán de la SS (Sturmbannführer) Carlos Fuldner, argentino de nacimiento cuya familia había vuelto a Alemania en la década del treinta. Este, después de la guerra, escapa a Madrid y habría organizado la primera red de escape a la Argentina. Una verdadera novela,
pues en primer lugar, los nazis declarados que venían a la Argentina -porque muchos otros fueron a los Estados Unidos- lo hacían con pasaportes de la Cruz Roja otorgados en Italia y muy pocos provienen de España.

Sigamos con Engañi, según el cual, Perón, tenía una simpatía natural (¿?) por el nazismo, el fascismo y los oficiales del Ejército alemán, a su vez, señala el hecho que éste dijo que consideraba que los juicios de Nüremberg eran una infamia. También Engañi hace ver que Perón quería traer a Argentina a científicos y técnicos alemanes, y con ellos una gran cantidad de criminales de guerra como Adolf Eichmann y Josef Mengele, que también entraron al país disfrazados de técnicos. Hasta aquí las acusaciones.

Pero como dijo un león herbívoro: la única verdad es la realidad, y así encontramos a quien de niño entró al país en aquella época, su nombre es Rubén Ezra Beraja -ex-presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA)- afirma que debemos reconocer que el general Juan Domingo Perón en todo momento mantuvo una muy buena relación con la comunidad judía y no se lo puede acusar de anti-semita [...] Argentina fue la segunda Nación latinoamericana -la primera fue Uruguay- que reconoció el estado de Israel (El Cronista, 9.12.1992 p.12-13).

En 1946, por primera vez en la historia argentina se conceden días libres a los soldados conscriptos de confesión judía para que puedan celebrar sus fiestas religiosas. Al año siguiente, se instituye la primera Feria del Libro Judío. Durante mucho tiempo hubo colonos israelíes en algún kibutz de Israel que no pasaba frío gracias a las frazadas con el sello de la Fundación Eva Perón, enviadas en 1948, cuando Argentina reconoció la soberanía del Estado israelí. Tanto es así, que en 1951, Golda Meir visita
Buenos Aires para agradecerle a Eva Perón la labor realizada en favor de su país.

Personas de confesión religiosa judía ocuparon lugares de importancia tanto en el Gobierno como el Movimiento Peronista, tal el caso de Miguel Angel Borlenghi, ministro del Interior; Abraham Karislavin sub-secretario del Ministerio del Interior; León Rabovitch es nombrado juez; Pablo Mangel será el primer embajador argentino en Israel; el rabino Amran Blum es designado
catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), y asesor presidencial en temas religiosos; la Constitución de 1949, incluyó una condena a la discriminación racial y religiosa. En ese mismo año, Eva Perón pronunció un discurso en el que afirmaba que quienes propiciaban el antisemitismo en la Argentina eran los nefastos representantes de la oligarquía. El jefe de prensa del gobierno peronista, Raúl Apold, era de confesión judía; en el diario "La Prensa" del período cegetista (1952-1955) colaboran intelectuales de origen judío como César Tiempo, Eduardo Koremblit, León Benarós y Julia Prilutzky Farny que carecían de militancia política. Y algo aún más anecdótico: el relator deportivo Luis Elías Sojit, amigo personal de Perón y Evita, que populariza la frase: "hoy es un día peronista", también era judío. El politólogo israelí Ranaan Rein sostiene que Perón era demasiado perspicaz para caer en el antisemitismo. (La Nación 22.02.2006).

La aseveración sobre los juicios de Nüremberg provienen de un texto que no firmara Perón, sino los periodistas Luca de Tena, Esteban Peicovich y Luis Calvo, quienes han escuchado unas grabaciones realizadas por Perón y las editan bajo el nombre Yo, Juan Domingo Perón. Relato autobiográfico (Barcelona. Planeta. 1981). De cualquier manera, las voces críticas sobre esos juicios tienen diversas voces: uno de los autores más cáustico con estos juicios es el inglés F. J. P. Veale, quien llegó a afirmar que en 1945 los pueblos de Europa que se encontraban en el bando de los vencedores volvieron de pronto a sus costumbres de piedra. A esas críticas se suman los nombres de Hannah Arendt, Bert Röling, Hedley Bull y Hans Kelsen, y a ninguno de ellos se los puede tratar de filonazismo.

Arendt, que era judío-alemana, dice que considera extremadamente débiles las motivaciones adoptadas por los países vencedores para justificar los poderes jurisdiccionales que le atribuyeron al Tribunal de Nüremberg; el holandés Röling -que fue miembro del Tribunal de Tokio, versión asiática de Nüremberg- sostuvo con firmeza que la finalidad de ambos procesos no fue la de hacer justicia, sino que éstos habían sido utilizados intencionalmente por los vencedores con fines propagandísticos y para ocultar sus propios crímenes. Para el inglés Bull, esos juicios cumplían la arcaica función sacrificial; para el austriaco Kelsen el proceso y la sentencia no podían tener el valor de un antecedente judicial por expresar solo la voluntad del vencedor. A ello se suma el italiano Danilo Zolo quien sostiene que aun a un dictador lo debe juzgar su propio pueblo. Con esto demostramos que desde el punto de vista académico y jurídico, la crítica al juicio de Nüremberg -como al de Tokio- no es factible de relacionarla causalmente con una posición, como dijo Jauretche irónicamente, nazi-facho-nipo-falangista (Cf.: Zolo, Danilo, "La justicia de los vencedores", Buenos Aires, 2007, Edhasa).

Respecto de los científicos que llegaran a Argentina -como a los Estados Unidos, donde nació Engañi- efectivamente desarrollaron la industria aeronáutica construyendo el Pulqui I y II, aviones a reacción de construcción y tecnología nacional dirigidos por el ingeniero alemán Kurt Tank, al igual que locomotoras que se producían en Córdoba. A ello se le suma la planta experimental de generación de energía atómica montada en la isla Huemul, bajo la dirección de Ronald Richter que culminará con la inauguración del primer reactor totalmente nacional en 1955. (Mariscotti, Mario, "El secreto atómico de Huemul", Buenos Aires, 2004, Ed. Sigma).

La presencia de Mengele en Argentina es algo a demostrar. De cualquier manera, sostener cierta afinidad del peronismo o de la persona de Perón con el nazi-fascismo ha sido negada por especialistas (citando solo textos en castellano) como De Felice, Renzo "Entrevista sobre el Fascismo" (con Michael A. Ledeen), Buenos Aires,1979, Ed. Sudamericana; Rein, Raanan, "Peronismo, populismo y política". Buenos Aires, 1998, Editorial de Belgrano; Newton, Ronald C., "El cuarto lado del triángulo", Buenos Aires, 1995, Ed.Sudamericana. Respecto de la apreciación de Perón acerca los judíos remitimos a "El pensamiento de Perón sobre el pueblo judío", Buenos Aires, 1954, DAIA (ver el texto completo en la página web del Proyecto Gutenberg Ambas Américas: www.ambasamericas.net); Carta a María de la Cruz del 20 de abril de 1956 (Cartas del Exilio, p.109); Carta a Noé Davidovich del 21 de febrero de 1972 (Correspondencia I p.250-251).

Finalmente, el propio Perón sostiene en carta a la chilena María de la Cruz: "...no hay que olvidar que las fronteras pueden ser para los países pero que jamás los países deben ser para las fronteras [...] entre las creaciones del capitalismo internacional ha inventado, las fronteras son un elemento destinado a tener separados a los pueblos para explotarlos mejor [...] El verdadero patriotismo es el amor a los hermanos, a la comunidad [.] merced a su sentido de solidaridad y justicia. Ese amor a la comunidad no es excluyente ni es negativo [...] El sentido geográfico del patriotismo es un sentido humanísticamente negativo, porque separa con el odio a las comunidades más afines [...] Los judíos, sin una Patria geográfica, en lucha a través de cuatro mil años, han mantenido el sentido universal de su comunidad solidaria y así han podido resistir, no solo a la acción destructora del tiempo, sino también a sus numerosos enemigos que pretendieron destruirlos y aniquilarlos. Es un ejemplo de lo que pueden las verdaderas formas sobre las fuerzas y formas ficticias de la organización..." (Cartas del Exilio. Buenos Aires. Legasa. 1991 p.108-109).

Como vemos, aunque lo quieran ligar a alemanes, son cuentos chinos.

 

Perón y la represión a los indios

Hace algunos días, en el canal Encuentro (canal 5 de Cablevisión y Multicanal; 15 de Telecentro), emisora del Ministerio de Educación cuyos contenidos están orientados a un público joven, se difundió un programa donde se planteaba la represión que en 1946 se había llevado adelante contra los indios, durante el gobierno de Perón.

Los hechos que se relatan se inician el 15 de mayo de 1946, veinte días antes de la asunción presidencial de Perón, un grupo de aborígenes salieron de los departamentos jujeños de Cochinoca y Tumbayas, y de las cercanías de Orán en Salta. En los días siguientes se pusieron en marcha las columnas provenientes de otras haciendas lindantes con Orán, de Iruya y de Varas de Palca de Esparzo, sumando 174 integrantes del que se denominará Malón de la Paz. La idea era arribar a Buenos Aires en simultáneo con la asunción de Perón o al menos para participar del desfile del 9 de julio.

Las principales radios transmiten en cadena. Han pasado casi tres meses y han atravesado dos mil kilómetros a pie. Es un momento de euforia pues ya están en Buenos Aires.

Es un día de sol, claro y peronista, y en la plaza, la gente viva a los indios y al general Perón, quien ha aparecido en el balcón y los saluda. Tras un improvisado desfile al ritmo de erkes, charangos, sikus y quenas, un mensajero surge desde la Casa Rosada pidiendo la presencia de la representación indígena. Una pequeña comitiva entra. Los funcionarios seleccionan a dos mujeres y a un hombre collas y los llevan al balcón. Es un momento único, el Malón tocaba el cielo con las manos. La primera vez que la principal autoridad política recibe y se abraza en público con indios.

El contingente que bajó del norte es hospedado en el Hotel de Inmigrantes, donde son atendidos correctamente y donde se les asigna un pabellón. Llevan veintitrés días en Buenos Aires. De pronto, el gobierno comienza a cercenar el ingreso de intermediarios al Hotel de Inmigrantes. El miércoles 28 de agosto, funcionarios del gobierno les comunican que deben alistar sus pertrechos porque serán trasladados a otro lugar. En principio, se niegan, pero finalmente aceptan. Son trasladados a la estación Retiro y cuando llegan descubren que hay un tren con sus caballos, carros y mulas alistados para partir y devolverlos a la Puna. Hay forcejeos, empujones y golpes. Para evitar un tumulto en la estación, los mandan de vuelta al Hotel. Los aborígenes hacen gestiones frenéticas para contactar al mismísimo Perón y no son atendidos. En la madrugada, tropas de asalto al mando del general Velazco ocupan el Hotel de Inmigrantes, irrumpen en los dormitorios y comienzan a sacarlos a la rastra, golpeados y empujados escaleras abajo. Afuera, en una vía secundaria del puerto estaban los dos vagones, lejos de los andenes de Retiro, para evitar el escándalo y para mandarlos de vuelta, sin escalas, a la Puna. Hasta aquí lo que se relata, aunque de lo único que hay testimonios e imágenes es de la primera parte, de la recepción.

Lo primero que llama la atención, es que un hombre que se jactaba de tener sangre de indios, que escribiera la Toponimia Patagónica de etimología araucana (ver el texto completo en la página web del Proyecto Gutenberg Ambas Américas: www.ambasamericas.net) y que fuera el artífice de que los indios obtuvieran su libreta de enrolamiento, o sea, que no solo tuvieran existencia legal sino que se incorporaran a la ciudadanía, pudiera ordenar su represión arbitraria.

Lo que no nos cuenta Encuentro es el final de la verdadera historia. Ahí va el relato que nos trae Adriana Kindgard -una investigadora del CONICET y la Universidad Nacional de Jujuy- que publica en un libro colectivo: La invención del peronismo en el interior del país, cuyos editores son Darío Macor y César Tcach (nada que ver con peronistas fanáticos) en Rosario, Universidad Nacional del Litoral, 2003.

En Jujuy el peronismo se nutre en su conformación de diversas corrientes -como en todas partes- pero del tronco yrigoyenista proviene Miguel A. Tanco, el cual es electo el 24 de febrero de 1946 senador nacional por su provincia, con los votos mayoritarios de los departamentos de la Quebrada, la Puna y San Salvador de Jujuy, digámoslo sin ambages era el pobrerío que lo sostenía. Sensible a la necesidad de Justicia Social que contemplaba en su gente y a la proclamada por Perón, presentará el 7 de agosto de 1947 en el Senado un proyecto de ley de Expropiación de terrenos de la provincia de Jujuy que pertenecieron a los aborígenes (Diario de Sesiones, tomo I, 7.8.1947), aprobada la ley y adelantándose al decreto regulatorio que se promulgara en 1949, el gobierno de la provincia ya había dispuesto destinar una partida de 500.000 pesos para iniciar los trámites de expropiación (exp. 4005/48).

Esta historia termina con la expropiación de 2.000.000 (dos millones) de hectáreas que son devueltas a los collas de Jujuy, pero como lo hicieron peronistas como Tanco, para los «progre» no tiene validez. Importa más falsear la historia. Para nosotros, que contamos «la otra historia», compañeros como Miguel A. Tanco son los ejemplos que podemos transmitir a nuestros jóvenes para mostrarles que si una vez se pudo fue con el trabajo y esfuerzo sostenido. no por soñar con utopías, para que sepan que la Argentina que ellos quieran podrá ser realidad efectiva con una voluntad férrea y un objetivo claro.

 

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LOS DERECHOS HUMANOS® NO SON MARCA REGISTRADA

Cuando reflexionamos sobre nuestra Patria en estos días, nos parece estar en presencia del país de las maravillas... solo nos falta Alicia. ¿Por qué? Porque no se puede entender lo que allí sucede con la lógica del mundo real. Y si no, cómo podremos entender la disputa por la cuantía del dolor entre las madres de un joven secuestrado y otro desaparecido. Si ello posee alguna racionalidad es la que informa la confrontación como metodología (cuestión esta que ha sido la "cultura oficial" en los últimos tiempos)(1).
Este no es el camino que hemos elegido para abordar la cuestión de los Derechos Humanos, por el contrario, preferimos colocarnos en el sitio de una generación que pagó todos los precios, el de sus errores y el de sus aciertos; a su vez, dentro de ella, en el lugar de los trabajadores.



Todo empezó un 24 de marzo...

Precisamente, por ser la generación que irrumpe social y políticamente entre fines de los '60 y principios de los 70, para ella todo empezó un 24 de marzo.

¿Cuál era la situación un día antes? El Gobierno en manos de María Estela Martínez de Perón carecía de poder, lo cual significa que cualquier institución o grupo se transformara en un factor de poder que buscaba ver cumplidos sus intereses y demandas a costa del resto, creando el desorden consecuente. La solución institucional que se plantea son las elecciones anticipadas para fin de ese año 1976. En esa perspectiva, los trabajadores organizados a través de sus sindicatos y la CGT, aparecen como las instituciones con mayor poder concentrado, lo cual podría traducirse que el candidato a nuevo presidente del Justicialismo debería contar con su aprobación o directamente salir de sus filas.

Los Montoneros han sido derrotados al ser expulsados de la Plaza de Mayo por Juan D. Perón el 1° de mayo de 1974 y sus acciones -como el intento de copamiento del cuartel de Monte Chingólo- tienen más de suicidio colectivo que de acción político-militar. Las FFAA han planteado una salida "a la uruguaya", donde se mantiene la fachada constitucional por no derrocar al Presidente pero se disuelve el Congreso y ellas nombran a los ministros. Esa propuesta ha sido rechazada. La oposición reconoce públicamente su incapacidad para plantear soluciones(2).

Los que sí poseen una estrategia clara y deciden que el momento ha llegado son grupos ligados a los intereses del capital financiero que se que aspiraban estos sectores era más caracterizan por ser económicamente liberales y políticamente reac-profundo que un mero reemplazo de cionarios. Allí se enfilan Jaime L.E. Perriaux(3) -fuertemente ligado a la camarilla militar- y en cuya casa se reunían para conspirar Martínez de Hoz, Enrique Loncan, Mario Cadenas Madariaga, Luis y Carlos García Martínez, Guillermo Zubarán, Horacio García Belsunce, Luis García Venturini, Alberto Rodríguez Varela, general (R) Hugo M. Miatello. Los enlaces con el Ejército serán los generales Santiago O. Riveros y Carlos G. Suárez Masón. También informan al almirante Emilio E. Massera. En forma indirecta mantenían contactos Walter Klein, Adolfo Diz, Alejandro Estrada y Manuel Solanet(4). Todos ellos cubrieron cargos en el estado a partir del 24 de marzo de 1976.

La Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias (APEGE) nuclea los sectores que se oponían al término del mandato de Martínez de Perón y su sucesión, por una fórmula proveniente del Justicialismo o de la "oposición complaciente". El cambio a que aspiraban estos sectores era más profundo que un mero reemplazo de presidente, y APEGE jugó un papel de relevancia en la desestabilización del Gobierno, cuyo punto culminante fue el "lock out" de febrero de 1976, convocado bajo los siguientes objetivos: el reestablecimiento del orden, de los de- rechos individuales, la revisión de la "filosofía colectivista y estatista" (sic) imperante, la derogación de la legislación laboral que otorgaba privilegios e inmunidades inadmisibles y la eliminación del proceso inflacionario.

Por su parte la Sociedad Rural Argentina (SRA) al igual que Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) participaban de esta visión y tomaron iniciativa. Su presidente, Celedonio Pereda, comienza en 1975 una serie de "disertaciones" en ámbitos castrenses sobre la problemática del sector, que culminaron con una audiencia solicitada al Comandante en Jefe del Ejército -general Jorge Rafael Videla- para explicarle que el debilitamiento del sector agropecuario afectaba a la seguridad nacional(5). Hacia fines de 1975 e integradas a APEGE, convocaban a la movilización "...contra el orden institucional, exhortando a la unidad de criterios de todo el empresariado para frenar el avance de los poderes del estado sobre la actividad privada..." (sic) (6).

La Cámara Argentina de Comercio (CAC) fue una de las más severas críticas del Gobierno justicialista y así lo expresaba su presidente Armando Braun: "...la crisis que enfrenta hoy nuestro país tiene carácter general y alcanza igualmente a todas las manifestaciones de la vida nacional. Como un cáncer, la crisis ha penetrado, se ha extendido y se ha terminado por contaminar todo el cuerpo social argentino [...] Así como el proceso iniciado en 1853 estuvo fundado en la primacía de la razón [...] el proceso político que comienza en 1945 tiene todas las características de los fenómenos patológicos. Al compás del bombo y de la matraca y ante multitudes vociferantes se apagó de pronto la voz de la razón, desplazada por el mito y la concupiscencia..." (7).

No era más sencilla la situación en el plano internacional. En 1973 se reúnen en Tokio las más grandes corporaciones de Estados Unidos, Europa y de ese país conformando la Trilateral Comission, inicio del proceso de la economía y las finanzas globalizadas; Estados Unidos sale fortalecido de la crisis del petróleo de 1973 y logra actualizar los términos de la convivencia con la URSS en Vladivostok (1974), tras el encuentro de Leonid Brezhnev y Gerald Ford, permitiendo la "reorganización del patio trasero" con una serie de golpes de estado en América Latina.

En esas condiciones se realiza el golpe militar que instaura una política de terrorismo de estado cuyo resultado entre muertos y desaparecidos ascienden a más de 21.000 casos registrados(8), cuya inmensa mayoría eran militantes justicialistas, gran parte de los cuales eran trabajadores(9).

¿Qué es lo que se violó al aplicar la metodología que caracterizamos como "terrorismo de estado"? "La dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana" (10), o sea, que lo que se violó es "un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre; los cuales no nacen del hecho de ser nacional de determinado estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana"(11).

El diario Buenos Aires Herald provoca al Gobierno preguntando: El resultado de la corriente huelga de los trabajadores de Luz y Fuerza será el que decida quien está gobernando el país: las FFAA o los sindicatos peronistas.(12).

¿Dónde apareció la resistencia a la dictadura militar? Podemos reconocer tres instituciones que toman partido claramente, en la oposición a la misma: el sindicalismo, los organismos de derechos Humanos -especialmente, las Madres de Plaza de Mayo-y el Partido Justicialista.

La cosa también empezó en 1976, más precisamente el 9 de septiembre, cuando los trabajadores de la planta General Motors van a la huelga y el Ejército ocupa la misma; sigue el paro realizado en la planta Ford de Pacheco, donde el mismo Ejército contesta con la realización de un vivac y hace nombrar supervisores a suboficiales retirados que realizan su trabajo portando armas; en enero de 1977 los trabajadores de Luz y Fuerza se concentran frente a su Sindicato de Capital Federal y a la par de sus reivindicaciones laborales aparece, por primera vez, un canto: se va a acabar... se va acabar... la dictadura militar. La respuesta no se hizo esperar: a los cientos de trabajadores que ya habían desaparecido se le suma el Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza-Capital Federal, Oscar Smith y el grupo de compañeros que viajaba con él.

Por entonces aparecen también un grupo de madres que, en la desesperación frente a la desaparición de sus hijos(13) comienzan a agruparse para tratar de contenerse y seguir su lucha, nacen la Madres de Plaza de Mayo. Las cuales encabezan el reclamo en 1979 frente a la Delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, allí encontrarán a los vicepresidente primero y segundo del Partido Justicialista: Deolindo Felipe Bittel y Herminio Iglesias respectivamente(14)... el resto ausente sin aviso(15).

A eso se lo acompañó con los paros generales de 1979 y 1982 que convocara la CGT a cargo de Saúl Ubaldini..

 

Y después de todo la democracia vuelve

Por primera vez aparece una política explícita respecto de los Derechos Humanos con la asunción al Gobierno de Raúl Alfonsín, conformando la CONADEP(16), los juicios a las Juntas Militares y la reidentificación de los cadáveres NN que se van localizando. Allí se acuña el Nunca más.

En honor a la verdad, debemos reconocer que en la creación de la CONADEP hubo dos acciones que se apartaron de sus loables objetivos. En primer lugar parte de una concepción que busca reunir elementos para configurar los delitos que luego investigaría la Justicia; era la concepción de penalizar a los culpables antes que la de esclarecer la suerte de las víctimas(17). Por otro lado sirvió para "lavar" ciertas actitudes complacientes con la dictadura militar de algunos de sus integrantes, tales como Ernesto Sábato y Magdalena Ruiz Guiñazú.

La verdad histórica, también se suele desdibujar en los homenajes que a partir de este momento se realizan a los desaparecidos, cuando se los honra con motivo del final que no eligieron y se omiten en cambio los compromisos, las ideas o los sueños que sí tuvieron y que dieron sentido a sus vidas. Fueron en su inmensa mayoría, y así deberíamos seguir recordándolos, compañeros peronistas que creían en esa nueva etapa que se abrió en nuestra Patria con el regreso del Tte. Gral. Juan Domingo Perón en 1973.

A las leyes reparatorias que se sancionaron posteriormente a 1989; la envergadura que se le otorga a los Derechos Humanos al conformar una Secretaría de Estado que elabora una metodología, que brinda sus frutos en el esclarecimiento de muchas desapariciones, como el descubrimiento de niños a quienes se les había ocultado su identidad; se le suma el trabajo sobre un nuevo campo: no solo una dictadura violaba los Derechos Humanos sino que durante el proceso de las privatizaciones y apertura económica surgió nuevas actividades ligadas al mundo sindical.

En primer lugar será el Sindicato de Luz y Fuerza que deberá resolver la situación de trabajadores chilenos que son tratados en forma que se considera atenta contra su dignidad por parte de Edesur. Otro tanto deberá realizar la UOCRA en defensa de los trabajadores brasileños.

Se va encontrando así un nuevo perfil al significado de la expresión: "violación de los Derechos Humanos". Allí nos parece que se insertan aquellos que, por la falta de seguridad personal que el estado nacional no garantiza, son objeto de secuestro, mutilación y/o muerte.

El problema que se abre aquí es que hay quienes suponen que los Derechos Humanos poseen una marca registrada que ellos poseen. Aquí queremos ser claros. Comprendemos el dolor que puede tener una madre o un padre cuando pierden a un hijo por motivos tan crueles como los enunciados, agravados cuando ni siquiera se posee el cadáver para llorar sobre él e iniciar el duelo. Pero el caso es que, cuando el dolor se transforma en odio nada se puede construir sobre él, peor aún cuando aparece una suerte de mercadeo del desaparecido, al igual que el escenario que muestra Norman Finkelstein en Holocaust Industry, sosteniendo que esta posición está presente en la exposiciones del tipo Dachau-Disneyíandia que organiza el centro Simón Wiesenthal.

 

A manera de epílogo

Finalmente, debemos reflexionar si no estamos dejando pasar por alto la manera de violación más patente a los Derechos Humanos que se realiza en nuestros días, sumiendo a millones de trabajadores en la más abyecta de las condiciones humanas: la injusticia social, la exclusión social y el desarraigo. Curiosamente, aquellos miles que hoy solo se conocen como "los desparecidos", lucharon -cada cual a su modo- para que ello no ocurriera. Allí está nuestra deuda generacional y la misión a realizar en el futuro y para ello... de nada sirve confrontar.

(1) Cuando se realizaban intentos de conciliación que evitaran la guerra en la ex-Yugoslavia, un oficial inglés a cargo de ellas sostenía que era muy difícil negociar la paz y la construcción de una nueva sociedad, pues las partes iniciaban el diálogo confrontando lo sucedido en el siglo XV. Lo que no comprendían allí, como parece que tampoco acá, es que una negociación no se inicia con la declaración dogmática de sustento de la verdad.
(2) "Panorama" (1974)Nro. 354, pág. l3 y Nro. 362, pág. 9
(3) A él se le debe el nombre de la asonada militar, pues sostenía que después de la demagogia peronista, era necesarioun proceso de reorganización nacional. Para ver, desde el punto de vista político-ideológico las influencias o elpensamiento "procesista" puede verse: RATTEMBACH, Benjamín "El sistema socio-militar de la sociedad moderna", Buenos Aires, Círculo Militar, 1972; VILLEGAS, Osiris "La Guerra revolucionaria comunista", Buenos Aires, Círculo Militar, 1962 y "Tiempo geopolítico Argentino", ídem. 1975; MENÉNDEZ, Luciano B. "Las intervenciones militares en la vida política nacional" en Revista Militar, Buenos Aires (1982)
(4) "El golpe con traje y corbata" en Clarín 18.03.2001.
(5) SOCIEDAD RURAL ARGENTINA Memoria 1975-1976. Buenos Aires. 1976
(6) ídem.
(7) a Alerón 24.12.1975 p.5
(8) Secretaria de Derechos Humanos. 2003.
(9) Los trabajadores industriales eran 30.2%, la cifra más alta desde el universo ocupacional de los desaparecidos, a ello se le deben sumar el 17.9% de empleados llegando así al 48.1% de la cifra total. Nunca Más. Buenos Aires.CONADEP. 1984 p.296
(10) Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. 1948.
(11) Convención Americana sobre los Derechos Humanos. San José de Costa Rica. 1969.
(12) Buenos Aires Herald 18.10.1976.
(13) El mismo general Ramón Camps cuenta que en 1957 se iniciaron en el Ejército Argentino los estudios sobre la guerra revolucionaria comunista [...] con el asesoramiento de dos jefes del ejército francés. "...Trabajábamos basándonos en ladoctrina francesa aplicada en Indochina y en aplicación en ese momento en Argelia. Esa forma de actuar fue mantenida hasta1975 [...]recibimos primero la influencia francesa y luego la estadounidense, aplicando cada una por separado y luego juntas, tomando conceptos de ambas [...] hasta que llegó el momento en que asumimos nuestra mayoría de edad y aplicamos nuestra propia doctrina." LA PRENSA (18.1.1981) p.3. Más cerca de nosotros, encontramos las declaraciones públicas que realizaran los generales Reynaldo Bignone, Ramón Díaz Besone y Albano Harguindeguy quienes se preguntaban "¿Cómo puede sacar usted información a un detenido si no lo aprieta, si no tortura?", siendo aún más explícitos, "¿Usted cree que hubiéramos podido fusilar a 7000? Al fusilar tres nomás, mire el lío que el Papa le armó a Franco con tres. Se nos viene el mundo encima. Usted no puede fusilar 7000 personas. ¿Y si los metíamos en la cárcel, qué? Ya pasó acá. Venía un gobierno constitucional y los ponía en libertad." Ante semejante evidencia, huelgan los comentarios. La Nación, Clarín, Página 12 (7.10.2003)
(14) Afirmarán públicamente: el Justicialismo desde 1946 representa a la gran mayoría del pueblo argentino y con esa representatividad incontestable, se dirige a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos respondiendo a una generalizada inquietud de la comunidad internacional que considera que el comportamiento de la autoridad militar que ejercita el mando en la República Argentina es, francamente, violatoria de los Derechos Humanos. Los benefactores de la actual situación, son y serán nuestros implacables adversarios. No podemos aceptar el terrorismo de estado. No puede haber Doctrina de la Seguridad Nacional que esté por encima de ley que debe amparar por igual a todos los ciudadanos. Por ello, el Justicialismo denuncia la muerte y/o desaparición de miles de ciudadanos, lo que insólitamente se pretende justificar con la presunción de fallecimiento, que no significa otra cosa más que el reconocimiento de las arbitrariedades cometidas (CLARÍN, 1979,58-59)
(15) Mariano Grondona declara que el 24 de marzo de 1976 nació una nueva constitución que incluye la anterior. Un nuevo sistema constitucional que no está en contraposición con la Carta Magna del '53 (CONVICCIÓN, 1979,3).Unos días después irá más allá sosteniendo que por creer que el derecho a la seguridad es un derecho humano que el estado debe proteger, los argentinos recibimos hoy la visita de la CIDH. Esto es lo malo. Que están aquí por que somos derechos y humanos (CRONISTA COMERCIAL, 1979,9). Un comunicado de la UCR, haciendo gala de la tradicional dialéctica radical, ambivalente y confusa, declara: repudiamos la violencia como método de acción política. Condenamos la guerrilla y el terrorismo que siembra destrucción y muerte. Repudiamos también la acción de los grupos autónomos que desde otro extremo ideológico, bajo el pretexto de ayudar a combatir al otro extremo, son responsables de excesos en la represión (citado por BLAUSTEIN/ZUBIETA, 1998,307). Esta posición sienta las bases de la teoría de los dos demonios y es completada por las declaraciones de Raúl Alfonsín quien sostiene Argentina está siendo empujada hacia un colapso ético por los partidarios de la violencia de uno y otro signo (CLARÍN, 1979,2).
(16) Dicha Comisión fue creada por el Decreto 187/83 como una de las primeras medidas del Gobierno, con el objetivo de lograr el esclarecimiento de los hechos relacionados con la desaparición de personas averiguando su destino o paradero.
(17) PIERINI, Alicia Exposición en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires (23.9.1996) en Buenos Aires: por una ciudad con derechos para todos. Buenos Aires. Eudeba. 1997 p. 23.

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ES CON ESTRATEGIA, IDIOTAS!

Si dejamos de analizar cada acontecimiento, cada movimiento ultra-táctico y nos decidimos a tratar de comprender la realidad en términos políticos, no podríamos sino concluir que estamos sin rumbo y que, cuando miramos a aquél que por su función, debería señalar el objetivo, encontramos a un hombre que solo responde a cuestiones circunstanciales, que aparece atrapado entre un discurso público de centro-izquierda y un actuar autoritario, cada vez, más cerrado sobre sí.

Los grandes políticos, los conductores, han enseñado que aun soportando derrotas o difíciles situaciones tácticas, lo que importa es el avance en la línea estratégica. ¿Porqué llamarlos "idiotas" a los que no comprenden esto? Porque esa palabra significa en griego ensimismados, y así los llamó Heráclito a los que no entendían que el camino de la verdad pasa por lo común y no por lo particular.

A su vez, uno de esos grandes hombres que tuvo la política argentina, describió perfectamente como concebir una estrategia para nuestra Patria. Argentina no puede navegar en buque de vapor a rumbo cierto. Tiene que hacerlo en barco de vela y tiene que bordejear (Juan Manuel de Rosas en carta a Josefa Gómez de 5 de agosto de 1868).

JUNTOS SÍ, PERO NO REVUELTOS

Es casi de Perogrullo sostener que los Estados Unidos son la potencia mundial y aquellos infectados por la "enfermedad infantil del "izquierdismo"" los asimilan al mal. Pero... ¿Los Estados Unidos son la potencia mundial o la gendarmería de un mundo globalizado? La respuesta a esta pregunta no es algo menor, pues es necesario saber -en la elaboración de una estrategia-país- quienes son mis amigos, mis aliados y quienes mis enemigos como así también la relación a establecer con el país más fuerte en nuestro contexto inmediato; todo ello, por supuesto, en términos relativos pues parafraseando al dicho inglés: lo único permanente son los intereses de los argentinos.

Tomemos un ejemplo histórico: la dictadura militar inaugurada en 1976 toma como amigos al capital financiero internacional y como aliado (en este caso socio en el comercio exterior) a la Unión Soviética con lo cual puede llevar adelante su proyecto de terrorismo de estado, desmantelamiento industrial, transnacionalización del capital e intentó aniquilar al movimiento popular (o sea, del peronismo, a quien había considerado su enemigo). Eso sí, había algunos de los que inspiraron ese proceso que tenían clara la estrategia.

Hagamos el ejercicio intelectual de suponer escenarios posibles que se correspondan con estrategias-país.
Podemos pensar una estrategia de país "cambalache" con lo cual alcanza con seguir siendo un segundón en el MERCOSUR. Para esto no hay mucho que hacer, vamos bien. Podemos pensar en una futura negociación que nos asocie al ALCA mejor posicionados; para ello debemos continuar nuestra buenas relaciones con los Estados Unidos y afianzarnos detrás de Brasil.

También podemos pensar en nuestras verdaderas posibilidades y sus ventajas comparativas, aquello que una vez se llamó la realidad efectiva y desde allí fijarnos una meta ambiciosa. ¿Porqué no?

Podemos aceptar que nuestros amigos son los miembros del MERCOSUR, forma y límites concretos que para nosotros toma la integración latinoamericana. Claro está que no son los únicos, pues hay países como Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica que aún teniendo culturas diversas pueden convergir con nuestra Patria, en una política con intereses comunes y complementarios en su desarrollo.

Esa posible "sociedad" requiere de un espacio que le permita consolidarse y expandirse, para lo cual es necesario buscar establecer relaciones de alianza con las dos grandes unidades político-poblacionales: India y China. Pero entiéndase bien, una alianza no significa llevar dos, cincuenta o cien empresarios para que hagan "su" negocio, porque cuando vuelven con el contrato firmado toman cinco empleados "en negro" mientras se llevan la parte del león, o sea, mayor concentración de la riqueza y mayor flexibilidad (genuflexión) laboral, tal como pasa hoy día.

De manera alguna esto es lo que puede producir una alianza de este tipo, tampoco se trata de la intervención estatal que en otro momento fue provechosa y ahora aparece como extemporánea. Hoy, cuando las empresas que suministran el gas a nuestros hogares desean aumentar las tarifas, además de realizar las peticiones y presiones necesarias, convocan a los estados nacionales donde se encuentran sus casas matrices para que éstos operen ante el FMI y éste condicione toda negociación al aumento de la factura del gas domiciliario; si éste es el mundo "serio", con seguridad jurídica... aprendamos entonces. Una alianza como la que sugerimos requiere de una intervención estatal que siente las bases de una redistribución de la riqueza que, como les enseñara Juan D. Perón en 1946 a los empresarios, reconozca que el negocio para el capital es que se quede con el 40% de un lemmon pie y no con el 60% de una magdalena.

En ese núcleo de alianzas es decisorio la relación con los Estados Unidos pues, por su peso específico como potencia puede ayudarnos -como lo viene haciendo- en nuestras difíciles negociaciones con los organismos financieros multilaterales, en los cuales, los europeos vienen jugando en nuestra contra. En definitiva, establecer una "entente cordiale" para poder afirmar: juntos sí, pero no revueltos.

Queda por definir al enemigo. A pesar de Fukuyama... de Huntington... de nuestro economistas televisivos... sostenemos que el enemigo es ideológico y se llama neoliberalismo. Teniendo en claro que, como afirma el economista inglés John Gray, las teorías neoliberales realizaron una proeza extraña y curiosa: la auto refutación por aplicación práctica. Por si alguien no lo comprende, estamos hablando de la forma de pensar del capital financiero globalizado. Y, ¡Por favor! No empecemos con las tonteras de que con esto espantamos a los inversionistas extranjeros; o acaso no negocian con las mafias en Rusia, con los comunistas en China y abren hoteles en Cuba.

UNA CUESTION DE ELECCIÓN

Tanto el cóndor como la gallina pueden volar, pero no ven el mismo panorama, no habiendo nacido ave es una elección a que altura se desea volar. Decíamos en las primeras líneas que solo los "idiotes" creen que el camino de la verdad se lo transita volando bajito, también es cierto que quienes eligen esto último, terminan reconociendo que nuestro escaso poder no nos permite hacer mucho.

Es moneda corriente dentro de la Ciencia Política sostener que hay tres formas de concentrar poder, esto es posibilidad de hacer. Uno es concitando la adhesión de la mayoría, otro el apoyo de los más reconocidos en determinado campo predominante y finalmente, en la vitalidad que dentro de la comunidad tienen las instituciones más ligadas al proyecto convocante.

Analizando la Argentina de agosto de 2004 encontramos que no aparecen en el escenario ni la mayoría ni los mejores, es peor, porque sí aparecen instituciones que gozan de vitalidad y prestigio social: las empresas multimedios. Por lo tanto el poder que poseen es indiscutible y... ¿el proyecto? Bien gracias.

Seamos claros: el Gobierno no concentra poder, más bien lo licua; las empresas multimedios que hoy arman la llamada "agenda pública" sí lo poseen ¿y quiénes son? Cuando hace tres años aparece que el 20% de las acciones de Clarín están en manos del Banco de Inversión Goldman Sachs - que manejaba los bonos de deuda externa- o cuando aparece la denuncia de que La Nación transfiere el control del paquete accionario mayoritario por millones de dólares provenientes de las islas Caimán nos volvemos a preguntar ¿quiénes son los que concentran tanto poder en Argentina?

Por eso reclamamos una estrategia, buena... o más o menos, pero desde la cual comenzar a concentrar poder en algún lugar fuera de los grupos de presión y poder colateral. Por eso la desesperación que nos embarga cuando vemos que el Gobierno se ensimisma, viendo todo desde la óptica de una lucha interna.

La carencia de una estrategia hace que tengamos que aceptar los condicionamientos del FMI, el aumento de las tarifas de los combustibles y la Ley de Responsabilidad Fiscal que se ha debatido recientemente. Por otra parte, es auspicioso que la CGT plantee no solo un aumento salarial sino la convocatoria a un acuerdo social que culmine con ello, como también, ser el receptáculo de contención de los desocupados; planteando con ello el principal problema de los argentinos: mejorar la calidad de vida de los trabajadores y ampliar la base laboral que restrinja los campos de acción de quienes lucran con la inseguridad y el delito.

Yo se, porque soy católico, que Dios lo hace. Pero nuestra dirigencia no debería descartar que algún día, la Patria también los va a demandar.

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PIQUETEROS: una distinción necesaria

Una ruta argentina… podría ser un acceso a Buenos Aires o La Plata, se levanta una nube negra y el olor a neumático quemado hace que el aire que entraba por la ventanilla sea irrespirable. Allí están parados los hombres y mujeres que toman ómnibus de mediana distancia para concurrir a su trabajo, los cuadros medios empresarios y los que vienen del country o van de "shopping". Todos juntos… todos mezclados… todos malhumorados. ¿Quién logra este efecto "mufa" colectiva? Los piqueteros.

Pero… ¿Quiénes son los piqueteros? Esto es más complicado de responder. Hagamos un poco de historia.

Estaba terminando el segundo mandato presidencial de Carlos Menem cuando los ex-empleados de YPF de Tartagal y Cutral-Có cortaron las rutas.

Habían sido indemnizados con cifras importantes pero ni la provincia ni el municipio fueron capaces de asesorarlos de cómo invertir; los actores de ese drama de desencuentros eran hombres que durante años habían trabajado en un pozo de extracción o transportando petróleo que nada sabía de finanzas o comercio y del otro lado, funcionarios incapaces de ver que a su pueblo o su provincia se inyectaba una cuantiosa suma de dinero -de aquel casi mítico 1 a 1- y que si se lo ponía a producir podría tener un efecto multiplicador. Los objetos que simbolizan el desencuentro fueron las camionetas 4x4 y los kioscos que pulularon. Allí nació el "piquete" como expresión de una marginalidad que veía la movilidad social descendente como el futuro propio. También nace allí una forma de política social: una suerte de seguro de desempleo llamado "Plan Trabajar" y que aseguraba ciento cincuenta pesos mensuales a 250.000 desocupados.

Pero para los miembros de la clase media, la mayor preocupación, el principal problema político que se debía resolver era la corrupción y la necesidad de establecer nuevas relaciones transparentes entre el gobierno y la sociedad civil (1). Así, gran parte de ellos buscó votar una fórmula presidencial que apareciera representando una gestión "prolija", no exenta de "popuprogresismo" así nació la fórmula de la Alianza: Fernando de la Rua -Carlos (Chacho) Alvarez.

Las políticas de sucesivos ajustes establecidos desde 1999, lejos de combatir la crisis mediante la corrección de los desequilibrios macroeconómicos, mostraron la debilidad estructural del Gobierno de la Alianza, donde la UCR volcó los efectos de la des-estructuración de su identidad, mientras que el Frepaso aportó las consecuencias de no haber articulado una organización política identitaria, con un "nosotros" estable (2).

Acompasando estos desatinos, se va empujando a un sector tras otro a la pobreza e indigencia, reduciendo la política social a la cobertura de cada vez más y más Planes Trabajar: ya estamos hablando de 1.500.000 de beneficiarios. Allí comienzan a conformarse las organizaciones cuyo eje es la distribución de eso planes.

En este punto, que podemos situarlo en el 2000 debemos analizar una doble conducta: la CGT que, históricamente, fue el símbolo de la organización de los trabajadores no pudo… no supo… que más da… no contuvo a esa población creciente de pobres e indigentes que eran arrojados a la marginalidad. Es cierto que era una situación nueva pero faltó "cintura". Por otro lado, hay una parte de la dirigencia que tradicionalmente expresaba el sentir y el querer de los sectores más humildes que renuncia a expresarla y desarrolla sobre ella una política clientelista, que va conformando una cultura política signada por las leyes del mercado: "10 pesos y un choripán por cabeza y te llevo un micro de gente".

A lo largo del 2001, Domingo Felipe Cavallo fue en Argentina algo así como el personaje de Marlon Brando en Apocalipse Now, en donde lo único no creíble sería el nihilismo porque aquí si hubo un sentido.

Los sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001 remiten a varios significantes: una dirigencia nacional (en todos sus campos) que parecería estar más cerca de Bélgica que del Gran Buenos Aires y que, aun hoy, sigue sin comprender el hecho que los primeros que resignaron su función en manos de la despolitización propuesta por el neoliberalismo fueron ellos mismos; que la gente en la calle, aún sin organización ni forma de expresar su pensamiento en términos políticos, sigue reconociendo una identificación cultural común centrada en lo argentino pero paralelamente a ello, la falta de proyecto político y de conducción del mismo muestra una fragmentación sectorial que no puede dar una respuesta a la crisis. Por eso la clase media pide sus dólares y la marginalidad -que ya llega a 2.500.000 personas- piden más planes.

Hoy, el morboso tratamiento que los medios de comunicación hacen de la inseguridad y la violencia en que vivimos genera dos actitudes: por un lado hace reaccionar a la clase media detrás de la "cruzada Blumberg", diciendo que la culpa de todo lo que pasa es de los otros (los diputados, los senadores, el Gobierno, la Policía, las instituciones, las leyes) y de allí el valor testimonial que posee la movilización; pero también produce una insensibilidad para la violencia cotidiana… esa que nos es tan incómoda de ver. ********* La violencia cotidiana a la que nos referimos es la que habla del 50% de la población por debajo de la línea de pobreza con un 25 % en la indigencia, donde murieron más de 300 personas en 5 meses porque en las leyes de mercado no figura la comodidad y seguridad de los pasajeros de los trenes. Y vale la pena detenerse brevemente para ver como opera esto que hemos llamado la insensibilidad: los índices de desocupación, pobreza e indigencia se encarnan en dos figuras propia de la posmodernidad: "el piquetero" y el "cartonero".

Teniendo en cuenta la importancia legitimadora que posee el discurso vale la pena analizar el nombre que desde los medios de comunicación se da a estas dos figuras y cual es su representación.

En nuestra lengua castellana, el sufijo -eros da la idea de la profesión, oficio u ocupación, de donde se puede inferir claramente que con la denominación "piquetero" o "cartonero" se busca legitimar a alguien que expulsado del sistema, se adapta a las nuevas condiciones para sobrevivir en las márgenes del mismo. Es decir, el sistema no soporta la alteridad y por eso reacciona institucionalizando "la ocupación del desocupado", el "oficio de marginal" colocándolo al mismo nivel -al menos en el lenguaje- que el carnicero o el verdulero. Además buscará que no se mueva de allí y así para el "piquetero" habrá planes sociales (hoy denominados Jefas y Jefes de Familia), apoyo alimentario o "trenes blancos" (3) para los "cartoneros" (4).

Como vemos, es muy fácil reconocer en la expresión utilizada por el ejército estadounidense, "daños colaterales" el asesinato de civiles lo mismo que cuando las fuerzas israelíes hablan de "muertes selectivas".

Pero por lo cercano se desdibuja el funcionamiento de ese modelo insensibilizador.

El caso es que, cuando se está fuera de todo la única forma de respuesta que aparece es la rebelión, como acto de afirmación de la propia existencia. Pero el hecho de ser marginal, con una cultura prebendaria, no lo permite construir poder a partir de organizar en torno aun proyecto sino que termina expresando su identidad en "los pibes chorros", con una creciente canalización del mal y mercantilización de las necesidades concordantes con el mayor grado de violencia. O con la constitución de una pseudo-dirigencia "piquetero" que recrea los peores vicios y ninguna de las virtudes de la vieja dirigencia política, cuya única obra es la creación de la "protesta rentada"

La herencia más costosa que deja este proceso es la cultura del resentimiento y la violencia, donde la fragmentación social no es una descripción sociológica sino el aprovechamiento de pobres sobre pobres, en donde los más jóvenes no reciben al trabajo como valor y en donde el desafío final es la incorporación de esa sumatoria de individualidades a un proyecto común. Esta última acción creemos que podrá tener una segunda oportunidad la CGT, el Justicialismo como expresión política y una dirigencia que desde el municipio pueda o sepa organizar la participación de esa población en la gestión de políticas públicas tendiente a resolver sus carencias.

(1) MASON, Alfredo Sobre ética y eticismo en Revista Fundación. Buenos Aires 9(2001)18
(2) SIDICARO, Ricardo La crisis del estado. Buenos Aires, UBA. 2001. p.75
(3) Formación que las distintas empresas ferroviarias organizan para traslados en forma gratuita a los "cartoneros"
(4) Un reflejo de lo que la vida en esta marginalidad puede verse en ALARCÓN, Cristian Cuando me muera quiero que me toquen cumbia. Buenos Aires. Norma 2003.